La colección de Ramón Marull fue el origen e inició el Museo Postal y Filatélico de Barcelona, inaugurado el 28 de septiembre de 1959. Ocupaba tres salas del Palacio de la Virreina.
La colección recoge el primer sello adhesivo del mundo, emitido por el servicio de correos del Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda en 1840, conocido con el nombre de “Penny Black”, así como las primeras emisiones de otros países incluidos el “6 cuartos” editado en España en 1850.
El edificio fue construido entre 1772 y 1777 y encargado por Manuel d’Amat i de Junyent (1704-1782), por ser su domicilio barcelonés. Manuel d’Amat fue Virrey del Perú durante catorce años (1761-1776). Se casó con Maria Francesca Fivaller i Bru en 1779. Su viuda le sobrevivió doce años y residió en el edificio, por lo que se empezó a conocer como el “Palacio de la Virreina”.
A mediados del siglo XIX, el Palacio pasó a ser propiedad de Josep Carreras Argerich, antiguo administrador de la familia Amat, y en 1944 fue adquirido por el Ayuntamiento de Barcelona con el objetivo de convertirlo en un equipamiento cultural con salas de exposición y, principalmente, como sede del Museo de Artes Decorativas (1949).
Aparte de este museo, y antes de la apertura del Museo Postal y Filatélico, el edificio de La Virreina ya acogía la Colección Cambó, legada a la ciudad por el político en 1947. Con posterioridad y de forma provisional, en 1980 también pasó a ser la sede del Gabinete Numismático de Cataluña que, en la actualidad, es una sección del Museo Nacional de Arte de Cataluña.
La colección de sellos dada por Ramon Marull se custodiaba en un gran armario, siguiendo el modelo de los existentes en el museo de la Unión Postal Universal de Berna. La Unión Postal se había creado en 1878 como organismo de encuentro de todos los servicios postales, para fonamentar la colaboración y la ejecución de políticas comunes. Era, entonces, el modelo a seguir en museografía filatélica.
La compra de este armario costó, según la Gaceta Municipal de Barcelona del 6 de abril de 1959, 92.000 pesetas. Estaba realizado en hierro, vidrio y tablero. Su triple condición de armario, caja fuerte y expositor permitía una consulta ágil y segura de los sellos. Sólo se abría bajo petición del visitante, con lo que se reducían considerablemente la exposición a la luz de los sellos y los cambios repentinos de temperatura y humedad relativa del ambiente. La colección se presentaba organizada en hojas de álbum ordenadas alfabéticamente por países y por cronología.
La designación del Palacio de la Virreina, en 1984, como sede de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona llevó a reorganizar los espacios con nuevas funciones no propiamente museísticas y a situar al Gabinete Postal en otro emplazamiento, destino que no tendría lugar hasta 1990.
Cuando el Museo Gabinete Postal de Barcelona llega al Palacio de Pedralbes, el edificio ya alberga dos museos más: el Museo de Artes Decorativas (trasladado desde el Palacio de la Virreina, en 1985) y el Museo de Cerámica (trasladado desde el Palacio Nacional, el mismo año 1990).
El Palacio de Pedralbes fue un regalo, hecho en 1926, al rey Alfonso XIII por un grupo de aristócratas barceloneses, encabezados por el Conde de Güell. Una iniciativa a la que, con posterioridad, se añadió el Ayuntamiento de Barcelona. Con la proclamación de la República, el gobierno lo dio al Ayuntamiento que, un año después, en 1932, lo cedió a la Junta de Museos para inaugurarse el Museo de Artes Decorativas. Finalizada la Guerra Civil, el edificio se convirtió en la residencia oficial del general Francisco Franco y de altos dignatarios durante sus visitas a Barcelona. Con la recuperación de la democracia, el Palacio volvió a manos del Ayuntamiento de Barcelona que, nuevamente, destinó una parte del edificio a usos museísticos.
Estaba previsto que el Museo Gabinete Postal de Barcelona se ubicara en el primer piso del Palacio, ocupando una extensión de poco más de 167 m2 (45 m2 destinados a la biblioteca; 26 m2 a las oficinas y 96 m2 a la sala de exposición permanente. Pero esta previsión no se llevó a cabo y el museo permaneció cerrado y su colección guardada en los almacenes del palacio.
El cierre significó la desaparición de la escena pública del Museo Gabinete Postal de Barcelona, y con él el de la colección Marull. En consecuencia, también comportó la interrupción en el incremento de las colecciones y en el estudio especializado de su contenido.
En 2008, Barcelona fue elegida sede de la Secretaría General de la Unión por el Mediterráneo, y en 2009 el edificio designado para albergarla fue el Palacio de Pedralbes. Por este motivo, la colección Marull tuvo que ser trasladada nuevamente. Su destino actual son las reservas del Centro de Conservación y Restauración que dependen del Instituto de Cultura de Barcelona. El traslado se realizó siguiendo las normativas profesionales y de acuerdo con los criterios de conservación preventiva adecuados para asegurar su preservación.
De este modo, asegurada la conservación, se inicia un proyecto de revisión de contenidos de la colección filatélica con el objetivo principal de darla a conocer en profundidad. Se trata de realizar el inventario y la documentación de los 65.380 sellos de la donación y hacer accesible la colección a través de Internet.
El proyecto en curso contempla una duración de cinco años, de 2011 a 2016. El acceso en línea al contenido de la colección permitirá conocer el desarrollo del proyecto, actualizando la información mensualmente.
A pesar de su corta vida, el Museo sufrió varios cambios de nombre. En un inicio, antes de la inauguración, se le quería llamar Museo Filatélico, sin embargo, con el ingreso de otros materiales relacionados con el mundo postal (documentación histórica y pre-filatelia) se decidió denominarlo Museo Postal y Filatélico de Barcelona.
En 1982, cuando se acordó integrarlo como sección del Museo de Historia de la Ciudad, junto con el Museo Verdaguer, la Galería de Catalanes Ilustres y el Gabinete Numismático, cambió nuevamente el nombre por Gabinete Postal. Finalmente, en 1987 se le da el nombre de Museo Gabinete Postal de Barcelona (MGPB).
Se trata de una pequeña y sencilla publicación realizada por Ramon Marull y editada en 1962 que recoge la catalogación de la colección bajo un punto de vista filatélico y de experto.
Contiene una cuantificación y una descripción del fondo coleccionado, un índice de su procedencia geográfica, la cronología y fotografías de buena parte de los sellos. Este pequeño catálogo ilustra claramente el carácter de difusión especializada que Marull quería dar a su colección.
Llama la atención su especial cuidado en explicar las condiciones ambientales adecuadas para la conservación de los sellos, poco usual en la época, con pequeños apartados titulados: “¿Por qué es tan breve la duracion de las exposiciones filatélicas?” o bien “Inconvenientes de clima húmedo a excesivamente seco”.
Pero, sobre todo, conviene notar que Marull reafirma y subraya la gran capacidad pedagógica de la colección. Con sus palabras, “[…] nos dá a conocer todos los paises que existen y los que han desaparecido absorbidos o anexionados por otros Estados, transformados en Colonias, Protectorados o Provincias; formas de Gobierno o regímenes políticos; sistemas monetarios; personalidades del mundo; geografía, geología, historia política y social; flora y fauna; paisajes y monumentos y tipos de todos los Países […]”.
Esta voluntad de divulgación del mundo en torno al sello expresada por Ramon Marull en el catálogo ilustrado tiene una nueva continuación en una segunda publicación, mucho menos conocida, pequeña y sencilla, pero sumamente ilustradora del carácter del coleccionista y de su afición.
Se trata de Apuntes Filatélicos-Postales, un conjunto de notas escritas por Marull con la intención de ayudar a los interesados en la filatelia y contribuir a la difusión de este conocimiento. En ellas, habla de las colecciones más valiosas, los coleccionistas, los comerciantes, la marcofilia, la maximofilia, las postas, los congresos filatélicos y postales, etc.
La publicación de estos apuntes data de 1962 y tres años más tarde se edita una quinta edición. Estaba previsto que estos Apuntes Filatélicos-Postales abrieran una política de publicaciones propia que situara al museo de Barcelona entre los más prestigiosos en su especialidad.