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Disc perforat FSDP 0007, El Postillón de la Rioja, Jota Nº 2
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La grabación más antigua del Jaleo (ca. 1900)

Quien haya visitado Menorca entre un 23 de junio (Sant Joan) y un 8 de septiembre (Mare de Déu de Gràcia) es fácil que haya podido presenciar alguna de las fiestas mayores de los pueblos en los que, uno de los elementos, es el llamado jaleo cuando, mientras los caballos pasan por la plaza y saltan, una banda de música toca una pieza con este nombre. Y se le llama jaleo pero sabemos sobradamente que proviene de una pieza de la zarzuela de Luis de Olona y música de Cristóbal Oudrid con el título El Postillón de La Rioja, compuesta y estrenada en Madrid en 1856. Esta pieza es la Jota estudiantina, y acabamos de encontrar una grabación de hacia el año 1900.

Quién era Oudrid y cómo llegó la jota a Menorca lo explican tanto en la página web de el Inventari de Patrimoni Cultural Immaterial de Menorca, como en un post más reciente de Lluís Sintes El Postillón de La Rioja i el nostre “jaleo”, en resumen, tal y com explican en la página del inventario (Camps, 2019): 

Tradicionalmente se dice que la música del Jaleo surge en las fiestas en Ciutadella en 1888. Desde hacía algunos años, con el fin de animar el Caragol des Born y los Juegos del Pla de las fiestas de San Juan, la Banda Popular, creada en 1880 y dirigida por Guillem Alba Llorens, tocaba algunas piezas de moda, y ese año la interpretación durante el Caragol des Born de la jota de El postillón de La Rioja, causó furor. La pieza en aquellos momentos era muy popular en los conciertos musicales y los teatros de finales del siglo XIX en Menorca, y su inclusión en el paso de los caballos cuando hacían las tres vueltas del Caragol des Born provocó que aquellos, asustados, hicieran saltos y piruetas, de ahí que se bautizara con el nombre de Jaleo. Esta música se hizo tan popular que se incorporó a las fiestas del resto de pueblos de Menorca y es la pieza que suena ininterrumpidamente y repetidamente durante el acto central de la fiesta, el Jaleo, al que ha dado nombre.

Y ahora que conocemos cómo llega y se transmite la obra en la isla de Menorca, vamos a ver si, siendo tan popular e interpretada miles de veces -sobre todo en verano-, se han hecho o no grabaciones. De entrada, hay que buscar esta música bajo los dos títulos posibles, el original Jota estudiantina y el Jaleo, de una obra que nace para coro y orquesta (o arreglo para piano), y que acaba transformándose en pieza de banda.

De manera más o menos reciente, buscando Jaleo, encontramos la versión para banda de viento y percusión de los años 1990, 2000 y posteriores hechos por la Banda Municipal de Ciutadella, la Banda de Ferreries o la Banda Nura. Encontraremos una versión para orquesta sinfónica en la zarzuela costumbrista con letra de Joan Benejam y música de Francesc Rosselló, Foc i fum, grabada en disco de vinilo en 1985, justo celebrando el centenario de la obra. También encontramos versiones hechas por grupos folklóricos en los años 1970, como las del Grup C.P.E.P. (1977) y del Grup Folklòric de Maó (1981). Excepto la versión incluída en  Foc i fum, el resto no las encontraremos en plataformas de música en streaming. Sí encontraremos, pero, una curiosa aunque fidedigna versión hecha por Los Gatchos, con el título Jaleo de la Ciutadella [sic]. Bep Cardona, en una web personal, recoge gran parte de la discografía menorquina y a través del buscador podemos ver qué grupos han versionado esta jota.

Por otra parte, tirando del hilo hacia atrás, si buscamos Jota estudiantina, de Oudrid, podemos llegar a encontrar tanto en el catálogo del CCUC (Catàleg Col·lectiu d’Universitats de Catalunya y que incluye la Biblioteca de Catalunya), como en el de la BNE (Biblioteca Nacional de España), partituras impresas, pero ninguna grabación sonora. Y la investigación nos lleva a catálogos impresos como este de Gramófono, que evidencia que en el año 1917 se publicaron dos jotas de El postillón de La Rioja pero, a pesar de la popularidad, ninguna de ellas era la Jota estudiantina, sino Caleseras y Canción del pajarito. Y según el catálogo de Allan Kelly, en los años 1911 y 1912 sería cuando se grabaron, aunque el catálogo no especifica de qué jotas se trata, pero todo apunta a que sean las dos mencionadas.

Y aquí viene la sorpresa: después de  haber fotografiado los discos de cartón perforado para que la empresa Accenture llevara a cabo la samplerización para el Museu de la Música, escuchando los resultados y todavía sin haber pasado a catalogar los discos, escuchábamos una melodía que, si eres de Menorca, no te resulta ajena. Al buscar la imagen del disco, con la tinta algo borrada, se podía leer, justamente, El postillón de La Rioja, Jota Nº 2. Y era, ahora sí, la Jota estudiantina.

Estos discos, los de cartón, se produjeron entre los años 1880 y 1910, aproximadamente y, teniendo en cuenta el funcionamiento y la capacidad técnica, la mayoría de piezas son simplificaciones. A pesar de ello, no deja de ser la grabación más antigua del conocido Jaleo y la podéis escuchar aquí. El arreglo y el gusto especial de la época creemos que le dan un encanto muy superior a las limitaciones que tenía esta técnica de reproducción sonora.

En cuanto a la música que escuchamos en el disco de cartón, y gracias al análisis de Martí Guasteví, músico, nos explica que la estructura no ha variado demasiado en las secciones de las grabaciones actuales, si bien con el paso del tiempo se han tomado algunas licencias, inevitables con las limitaciones mecánicas de finales del siglo XIX. Si dividimos el actual Jaleo en cuatro partes, allí donde encontramos la diferencia más notable es en la segunda parte. Las otras tres partes (primera, tercera y cuarta), se han conservado casi intactas, a pesar de las posibles re-interpretaciones o variaciones propias del paso del tiempo.

La cuestión sería entender por qué una melodía tan antigua y popularizada e interpretada tantas veces -no sólo en Menorca, sino en Mallorca y en Cataluña-, tiene apenas discografía al alcance. Bep Mercadal, músico menorquín, apunta un dato curioso: hasta los años 1960 no llegó la tecnología necesaria para realizar grabaciones sonoras en Menorca. Esto explicaría por qué hay un vació tan grande de años en los que no encontramos ninguna producción. Pero podemos ver que algunos músicos menorquines fueron a vivir fuera de la isla, y sí hicieron muchas grabaciones, como pueden ser la cupletista Pilar Alonso y, también, el Maestro Demon, de la Orquestra Demon’s Jazz (que en realidad se llamaba  Llorenç Torres Nin) y que, atención, versiona con Antoni Planàs el jaleo en este vals-jota del año 1932: Dale de betún (gracias también a Bep Mercadal por el descubrimiento!). 

Es necesario pensar por qué una obra -la zarzuela- tan popular en la isla, y seguramente también fuera de ella, no se haya grabado nunca -o no la hemos encontrado todavía-, excepto en un disco de cartón con tecnología limitada de un instrumento de música mecánica de finales del siglo XIX pero, pese a todo, el más cercano al sonido original, en esos momentos.