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Desde el 9 de marzo de este año y hasta febrero de 2026, se puede visitar en el Museo de Menorca la exposición temporal Así suena Menorca, comisariada por la musicóloga Laura Triay. En ella se encuentran, entre muchos otros instrumentos como flabiols, un fagot, un arpa, un piano de mesa y guitarrones, un salterio cedido por el Museo de la Música de Barcelona.

La exposición, tal y como se indica en la web del museo: "está dividida en cinco ámbitos temáticos. Por un lado, el espacio público de “La plaza”, más vinculado a la música tradicional y popular y a las fiestas patronales. “La capilla”, con una sección dedicada a la música religiosa. Una sala dedicada al teatro y a los géneros musicales que allí se representaban, con una destacada presencia de la ópera. Y “el teatro”, un espacio donde la música llena el escenario y conviven géneros musicales como la ópera, la zarzuela o la comédie comique. Finalmente, “Ca nostra”, el ámbito doméstico más íntimo, donde tocamos, cantamos y escuchamos música. Merece una mención especial, en este espacio, la relación entre un salterio, el cuadro de Ángela Poly, obra de Pasqual Calbó, y la reciente partitura para salterio localizada en el Archivo Histórico de Ciutadella, que podrán contemplarse en la misma sala. Además, se podrá disfrutar de una parte más sensorial en el claustro del Museo, transformado para la ocasión en un “Paseo de emociones” vinculado a diferentes canciones menorquinas. En esta sección, el discurso expositivo apuesta por ofrecer nueva información, relecturas y reflexiones en torno a la música, la identidad, la apropiación y el contexto social menorquín que la ha generado."

En cuanto al salterio, con número de registro MDMB 71, se trata de un instrumento de 19 órdenes quíntuples y 11 séxtuples, originario de España y fechado en el siglo XVIII. La tapa armónica, trapezoidal y simétrica, está decorada con representaciones pictóricas de estilizaciones vegetales. Todo el perímetro está ornamentado con guirlandas vegetales policromadas y, en el centro, hay un jarrón de flores flanqueado por gurilandas que rodean las dos aberturas acústicas circulares. Estas están decoradas con marquetería en forma de círculos concéntricos y cerradas con rosetones de pergamino calado. La caja es de madera, con el fondo plano y paralelo a la tapa. Tanto las cuerdas como las clavijas son metálicas. La afinación está escrita, y el instrumento cuenta con dos puentes partidos (uno en cuatro y otro en dos) y un puente libre; los siete están numerados en la parte inferior.

Si tenéis la suerte de visitarla, encontraréis una excelente selección de instrumentos musicales, partituras antiguas, grabaciones sonoras y audiovisuales, así como iconografía musical.