Gracias a su planteamiento modernista, su obra, arraigada al romanticismo musical del siglo XIX, anticipó los nuevos estilos del siglo XX y tendió un puente entre las tradiciones musicales del sur y del norte de Europa que sirvió de orientación a posteriores generaciones de compositores. Las aspiraciones artísticas y los conflictos internos, la visión de sus contemporáneos o la difusión internacional de su obra son algunas de las numerosas facetas que ilumina la exposición, nutrida del rico y heterogéneo fondo histórico del Museu de la Música de Barcelona.