Trinitat Nova ha inaugurado este fin de semana la reurbanización del espacio público del interior de la isla de viviendas situada entre las calles Aiguablava y Portlligat, y del nuevo ascensor y escalera que comunicará las dos cotas de la calle Aiguablava.
El acto, celebrado ayer domingo, reunió a centenares de vecinos y vecinas, que pudieron disfrutar de varios actos lúdicos, y contó con la presencia de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y del concejal de Nou Barris, Xavier Marcé.
Mejor accesibilidad, y nuevo mobiliario y alumbrado
La intervención ha mejorado las condiciones de estos interiores y de las calles del entorno, para adaptarlas a las circunstancias actuales de movilidad, alumbrado, accesibilidad, materiales, y renovación de servicios. Así, se ha reordenado los espacios entre los 15 bloques de edificios, que reúnen un total de 46 núcleos de escaleras de viviendas.
La reurbanización contempla un sistema de plataformas que permite la accesibilidad para todas las personas, nuevo mobiliario urbano, una zona para hacer ejercicio, mejoras en el pavimento y la iluminación, y mayor presencia de espacios verdes para conseguir que el entorno natural de Collserola penetre entre los edificios y desdibuje los límites entre la ciudad y el parque natural. También se han urbanizado las calles del entorno como las calles Portlligat, Maria Zambrano y el lateral superior de Aiguablava.
Además, también se está instalando un ascensor, enfrente de la calle de la Fosca, y una escalera metálica, delante de la calle Fenals, que comunicarán las dos cotas de la calle Aiguablava, con el objetivo de mejorar la accesibilidad y la conectividad de esta zona y salvar el desnivel existente en esta calle, desde donde se puede acceder al transporte público y a los grandes equipamientos del barrio.
Más de seis millones de euros de inversión
El proyecto de intervención de Plan de Barrios incorporó un amplio proceso de participación vecinal que ayudó a entender el tipo de respuesta que había que dar a los interiores de isla. Las obras comenzaron en mayo de 2019, pero quedaron paradas a consecuencia de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, y no se pudieron reprender hasta junio de 2020. La actuación ha supuesto una inversión de más de seis millones de euros.