En el momento de subir al autobús basta con acercar la tarjeta de débito o de crédito o el dispositivo móvil al lector Europay Mastercard Visa (EMV), situado al lado del lugar de conducción, que captará los datos del usuario o la usuaria y gestionará la compra del billete sencillo a través de la pasarela de pago. En caso de una inspección de billetes, la transacción electrónica será la prueba de que se dispone del título y no será necesario el tique.
Con este nuevo sistema se quiere ofrecer una alternativa fácil, práctica y segura para pagar dentro de los vehículos, especialmente a las personas que no son usuarias habituales de la red de bus o que no disponen de una tarjeta o un abono integrado. Además, se evita la manipulación de billetes y monedas y se agiliza el servicio, ya que se reduce el tiempo de las paradas.
Barcelona es la primera ciudad del Estado español en la que, durante los primeros meses de pandemia, se eliminó el pago con dinero en efectivo y que ahora ofrece el servicio de compra electrónica del billete sencillo en toda la red de bus.
Más de quinientos mil billetes vendidos
El proyecto se ha impulsado a raíz de la crisis sanitaria de la COVID-19, y el primer paso fue su puesta en marcha, en mayo del 2021, en las líneas piloto V3 y 46. Desde entonces y en las diferentes líneas donde se ha implantado de manera progresiva, se han registrado más de quinientas mil compras y validaciones mediante los terminales EMV. Asimismo, este proyecto supone seguir avanzando en la transformación tecnológica que la Autoridad del Transporte Metropolitano está desarrollando con la T-mobilitat.