La Guardia Urbana de Barcelona se ha desplegado por el litoral barcelonés para cerrar el paso a los espigones y las zonas donde rompen las olas, para evitar riesgos para las personas.
Este plan se activa en fase de alerta cuando hay un aviso de mal estado del mar, cuando hay una probabilidad alta de olas de más de 2,5 metros y el litoral de la ciudad sufre los efectos del mar, y hay peligro para las personas o pueden producirse destrozos en el mobiliario.
La práctica del surf, el windsurf y el paddel surf está permitida en situación de prealerta y alerta del Plan de actuación municipal por mal estado del mar (PAEM), bajo la responsabilidad de cada persona. No obstante, excepcionalmente, las fuerzas y cuerpos de seguridad pueden prohibir de manera expresa esta práctica si perciben que hay un riesgo grave y concreto para la seguridad de las personas.