Los objetivos específicos del dispositivo, a través de los controles preventivos, son:
- Prevenir y detectar el máximo número de personas conductoras con resultado positivo.
- Adoptar las medidas correctoras adecuadas para reducir el riesgo de que se produzcan accidentes motivados por la conducción con niveles de alcohol superiores a las tasas permitidas o bajo los efectos de sustancias estupefacientes.
También se corregirán infracciones relacionadas con el hecho de no someterse a las pruebas de detección una vez requerido.
Además, se incidirá en la realización de pruebas de alcoholemia y drogas en los conductores de bicicletas y ciclomotores, un colectivo especialmente vulnerable que ha visto incrementada la accidentalidad en los últimos años.
Las víctimas de los siniestros de tráfico son evitables, y tenemos que tomar conciencia, para que los conductores y los peatones se involucren cada vez más en el hecho de conseguir llegar a los objetivos de reducir un 50 % los lesionados grave y muertos, tal como indica la Estrategia de seguridad vial 2030, con el horizonte de ninguna víctima mortal durante el año 2050.