Con un presupuesto de 1,2 millones de euros y un paquete de 68 actuaciones, la nueva medida de economía feminista amplía los mecanismos municipales para defender el derecho laboral de las mujeres, especialmente en los sectores más feminizados y precarios, como el trabajo del hogar y de los cuidados, la limpieza, el textil, la atención al público, la acción social y la estética y el bienestar.
El documento incluye una hoja de ruta que se aplicará durante los próximos tres años y que se despliega en diez objetivos estratégicos:
- Velar porque el impacto de la COVID-19 no empeore las condiciones de los empleos más precarizados y feminizados de la ciudad.
- Fomentar una contratación más estable y segura.
- Combatir el suelo pegajoso fomentando oportunidades de trayectorias profesionales y el enriquecimiento del trabajo. Las mujeres se enfrentan a más dificultades para acceder a puestos de trabajo de responsabilidad, un fenómeno que se conoce como “suelo pegajoso”.
- Promover una buena organización del tiempo y una conciliación corresponsable.
- Luchar contra el acoso y las violencias machistas.
- Combatir la informalidad y la desprotección social.
- Promover el reconocimiento social de los empleos más feminizados y precarizados.
- Fortalecer la autoorganización y la representación de las trabajadoras.
- Hacer frente a los riesgos laborales no protegidos.
- Combatir el impacto de los factores de desigualdad que interseccionan con el género.
Entre las 68 actuaciones que recoge la medida de gobierno de economía feminista, están:
- El fortalecimiento de los puntos de defensa del derecho laboral.
- La intermediación de Barcelona Cuida para fomentar la contratación digna de trabajadoras del hogar y de los cuidados mediante una plataforma web.
- El establecimiento de un sistema de becas de formación en escuelas de diseño textil para mujeres en situación de precariedad.
- El refuerzo a proyectos de corresponsabilidad de los cuidados, como la iniciativa empresarial “Corresponsabilitza’t” o el servicio de canguro municipal “Concilia“.
- La realización de talleres de empoderamiento para combatir el acoso laboral.
- La elaboración de un código ético antimachista para las ferias y los congresos de la ciudad.
- El apoyo a la creación de una asociación profesional de trabajadoras de los cuidados.
- La creación de una línea de atención telefónica para atender problemas relacionados con el ámbito psicosocial.
- La descentralización del servicio municipal Barcelona Cuida y su adaptación a la diversidad lingüística y cultural de las trabajadoras del hogar y los cuidados.