Nou Barris inauguró el viernes 31 de marzo un atril que reconoce la lucha vecinal para construir el barrio de Roquetes. En el acto participaron, entre otros, el concejal del Distrito, Xavier Marcé, y representantes del Arxiu Històric de Roquetes – Nou Barris y de la asociación de vecinos y vecinas del barrio.
En este enlace encontraréis algunas imágenes del acto.
La autoconstrucción en Roquetes durante los años 50
El barrio de Roquetes, nacido a partir de un núcleo de casitas de planta baja situadas al pie de la colina con el mismo nombre, creció de forma exponencial a mediados de la década de 1950, en plena dictadura franquista y con la llegada de población migrada de otros lugares del estado español.
Las promociones de viviendas oficiales no fueron suficientes y muchas personas tuvieron que edificar su propio hogar. Así, el barrio se fue formando con casas de autoconstrucción en torno a calles empinadas y sin asfaltar.
Abandonado por la administración pública, el vecindario vivió aquellos primeros años en condiciones muy precarias, sin electricidad en las calles, ni alcantarillado y teniendo que ir a buscar agua en las fuentes.
Luz, alcantarillado y agua
Esta precariedad propició que, poco a poco, se crearan redes de apoyo mutuo para conseguir dignificar sus vidas y también el entorno. De aquí surgió el empuje definitivo para que, el año 1963, el vecindario pagara de su bolsillo la llegada de electricidad a las calles.
El verano siguiente, y gracias a la iniciativa de un grupo de jesuitas, se organizaron para construir el alcantarillado cada domingo, día de descanso laboral, en la iniciativa conocida como “Urbanizar en Domingo”. Ante el éxito de esta obra colectiva, entre 1965 y 1968 repitieron la acción de llevar agua corriente a las casas con la ”Operación Agua”.
Las reivindicaciones para mejorar las condiciones de vida del barrio continuaron, y las movilizaciones organizadas por la asociación de Veïns i Veïnes de Roquetes consiguieron la llegada del transporte público y la construcción de equipamientos sanitarios y educativos.
Ahora, con este atril, la asociación de Veïns i Veïnes de Roquetes, el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris y el Ayuntamiento de Barcelona quieren situar en el centro de la memoria al vecindario de un barrio construido colectivamente y dignificado a base de solidaridad, autoorganización y lucha.