Barcelona ha puesto en marcha el programa «Concilia» en la Zona Norte y cinco puntos más de la ciudad que forman parte del Plan de barrios, con el objetivo de ofrecer un servicio de canguro municipal para familias monoparentales femeninas con pocos recursos, mujeres víctimas de violencia de género, y familias sin tejido comunitario. El proyecto es, de momento, una prueba piloto desde este mes y hasta el próximo febrero.
El servicio de canguro municipal puede acoger en cada centro a unos ocho niños cada hora y está operativo todos los días de la semana fuera del horario escolar, durante la semana en horario de tarde, y durante el fin de semana por la mañana y por la tarde. Para poder llevarlo a cabo se ha contratado a 18 educadoras.
Los espacios funcionan con inscripción previa, reservando plaza con 48 horas de antelación en la web concilia.incoop.cat, aunque también tienen horas asignadas para las familias que no puedan hacer la inscripción en línea.
La previsión es que estos espacios de canguro sean utilizados por entre 1.200 y 1.500 niños de 4 a 12 años, prioritariamente de familias monoparentales femeninas sin recursos ni red comunitaria. La intención es que estos niños tengan un tiempo de ocio de calidad, con actividades pedagógicas adaptadas a las diferentes edades y basadas en valores como la coeducación, la participación, la educación ambiental, la interculturalidad, la educación emocional y el arte.
La iniciativa tiene un presupuesto de 248.500 euros y forma parte del plan de choque social municipal para hacer frente a los efectos socioeconómicos generados por la COVID-19. En este sentido, se ha adaptado a la situación sanitaria actual, con medidas como intentar hacer la mayoría de actividades al aire libre, llevar mascarilla, limpieza de manos de manera constante y utilizar juguetes y materiales de fácil desinfección, entre otros.