Las obras de rehabilitación de la iglesia de San Rafael, también conocida como iglesia del Mental, han terminado la primera fase, que ha consistido en la consolidación estructural del edificio y la rehabilitación de las fachadas y la cubierta.
Así, el porche de acceso se ha conservado y rehabilitado como vestíbulo de acceso, y los soportes se han cerrado con cristales. Las cubiertas se han reconstruido con sistemas similares a los originales y con las tejas también originales para no modificar la imagen auténtica. Finalmente, las fachadas han recuperado la imagen del edificio tal como era de buen principio.
La estructura, por otro lado, se ha estabilizado e impermeabilizado, y se han hecho desaparecer las grietas de las paredes exteriores y del campanario. También se han instalado puertas y ventanas nuevas hechas a medida y preparadas para recibir los vitrales originales una vez estén rehabilitados.
Ahora habrá que llevar a cabo la segunda fase de las obras, a cargo del Arzobispado, que consistirá en condicionar y decorar el espacio interior del edificio para poder practicar de nuevo el culto religioso, tal como se hacía hace 30 años.
Una vez terminadas las dos intervenciones que tiene que hacer el Arzobispado, el Ayuntamiento arreglará el entorno de la iglesia para facilitar su acceso y el del local parroquial de nueva creación. Además, se creará un nuevo espacio público debidamente comunicado con los equipamientos en torno a la plaza Major de Nou Barris y con los edificios residenciales del entorno, ganando una nueva zona de estancia en el barrio.
La iglesia de San Rafael
A pesar de que la iglesia de San Rafael es de titularidad municipal, se llegó a un acuerdo de permuta con el Arzobispado de Barcelona que permitirá recuperar un solar en la calle de Palamós, en el barrio de Trinitat Nova, con la posibilidad de ampliar este espacio para servicios de proximidad en un futuro.
También es conocida como la iglesia del Mental porque formaba parte del antiguo Instituto Mental de la Santa Creu, actualmente sede del Distrito de Nou Barris y de otros equipamientos. La iglesia era el centro religioso de las personas ingresadas en el sanatorio y del personal que ahí trabajaba, un lugar de plegaria y de oración, donde los domingos y festivos se hacían las misas a las cuales también asistían los vecinos y vecinas del barrio.
Con el cierre del Instituto Mental en 1986, el templo quedó en desuso e inició un proceso de degradación que culminó con toda la construcción llena de grietas, las fachadas en un estado de deterioro y desgaste considerable, la carpintería atacada por termitas, los vitrales muy deteriorados, y los elementos ornamentales rotos.
En las imágenes encontraréis unas fotografías del antes y el después para que veáis la diferencia.