El proyecto realizado es el resultado de la propuesta Ágora, ganadora en el concurso de ideas realizado durante la Semana de la Arquitectura del año 2018, para la remodelación de las dos medianeras que configuran el espacio resultante en la confluencia de las calles Rosa y Carabassa, en el Barrio Gótico de Barcelona.
Este espacio apareció fruto del derribo de un edificio y se ha mantenido sin construir gracias a la acción vecinal, que hace uso de esta plazoleta para organizar actividades diversas como cine al aire libre, etc. Es un lugar tranquilo y lejos de las principales rutas turísticas del centro, pero que requería de una remodelación ya que las paredes que quedaron a la vista eran ciegas y sin tratar.
La intervención ha supuesto una mejora de las características térmicas y de habitabilidad convirtiendo las paredes ciegas en fachadas con apertura de ventanas y nuevos accesos en planta baja. El espacio público se ha completado con la infraestructura para crear un jardín vertical con plantas trepadoras, así como la de espacio y las instalaciones necesarias para seguir acogiendo las actividades escénicas que organiza el vecindario.