El Ayuntamiento de Barcelona y ONU-Habitat renuevan el convenio que permite mantener en la ciudad el programa de resiliencia urbana de Naciones Unidas

06/10/2020 - 10:11 h

Jorge Luis Fuentealba Diez

El convenio permite mantener en Barcelona la oficina que trabaja para crear y planificar ciudades más resilientes: es la única ciudad del mundo que acoge un programa de ONU-Hábitat fuera de la sede central en Nairobi.

Con ocasión de la celebración del Día Mundial del Hábitat, el Ayuntamiento de Barcelona y ONU-Habitat renovaron el 5 de octubre el convenio de colaboración del Programa global de ciudades resilientes de Naciones Unidas, que permite mantener el Recinto modernista de Sant Pau la oficina que trabaja para crear y planificar ciudades más resilientes en el actual escenario de pandemia por la Covid-19.

La firma del nuevo convenio se formalizó en un acto en el Ayuntamiento que contó con la participación del director del programa de resiliencia urbana de ONU-Habitat, Esteban León, y de las tenientas de alcaldía Laia Bonet y Laura Pérez, por parte del Gobierno de la ciudad. También participó vía streaming la directora ejecutiva de ONU-Habitat, Maimmunah Mohd Sharif.

El convenio, a cuatro años vista, reafirma la apuesta y la confianza de ONU-Hábitat por Barcelona, ​​la única ciudad del mundo que acoge un programa fuera de su sede central en Nairobi. Acogiendo esta oficina, Barcelona se consolida como centro de fomento de la investigación en la planificación del urbanismo sostenible, la gobernanza urbana y la gestión de riesgos. ONU-Habitat y Barcelona han forjado relaciones durante los últimos siete años. Como resultado, en 2013 ONU-Habitat instituyó el Programa mundial de resiliencia urbana y el Urban Resilience Hub en el Recinto Modernista de Sant Pau.

En este acuerdo, que se hace bajo el bajo el paraguas de la Agenda 2030, la resiliencia urbana no sólo se aborda desde una perspectiva de recuperación económica o de transformación urbanística y ambiental sino también de la resiliencia social para hacer frente a las crecientes desigualdades. También para implementar acciones desde una perspectiva digital para alcanzar un modelo inclusivo que ayude a combatir la brecha digital y garantice la igualdad de derechos para todos.

Laia Bonet dijo que «la pandemia ha supuesto una prueba de estrés que nos ha enseñado cuáles son los retos más importantes y más urgentes y cómo acelerar la acción para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. Y esto implica que hemos de construir ciudades más resilientes a nivel social, ecológico, urbanístico y digital», y que» resiliencia significa dar respuesta a la emergencia social que nos deja la crisis económica y sanitaria que padecemos. Quiere decir también acelerar la transición ecológica y urbana hacia un modelo de movilidad y de espacio público más saludable y más democrático».

«Barcelona es ejemplo de políticas de resiliencia, tanto en la respuesta a la emergencia sanitaria y social como en proyectos de transformación social y urbana de largo plazo, como las supermanzanas sociales. Hoy damos un paso más, reforzando la cooperación internacional entre ciudades en materia de prevención y respuesta a las crisis, a través la Oficina de Resiliencia Urbana de UNHabitat», subrayó Laura Pérez.

En palabras de Maimunah Mohd Sharif, «las ciudades deben estar mejor planificadas, dirigidas y financiadas a fin de mejorar la resiliencia y satisfacer las necesidades de la ciudadanía sin dejar a nadie atrás. Tener ciudades como Barcelona, ​​que lideran la innovación urbana y apoyan a otras ciudades, es una prueba evidente de que el cambio es posible».