El Instituto Municipal de Urbanismo ha recibido recientemente, de manos del Ayuntamiento de Barcelona, uno de los diez premios ‘A+S 2021’, en una jornada celebrada en el espacio de la plaza de la ‘Dama del paraigua’, en el recinto del Parque Zoológico de nuestra ciudad. Esta jornada se enmarca en el programa ‘Barcelona Ayuntamiento+Sostenible’, que tiene la finalidad de extender la cultura de la sostenibilidad entre todos los trabajadores municipales, y persigue reducir el impacto socioambiental negativo de la actividad municipal, impulsar una economía y una producción sostenibles, y liderar el cambio con el propio ejemplo. En concreto, el galardón recibido pone en valor las características “más sostenibles, eficientes y colaborativas” del nuevo edificio del IMU, inaugurado esta pasada primavera.
El pasado miércoles, 27 de octubre, el Ayuntamiento de Barcelona le libró en manos de David Martínez (gerente del Instituto Municipal de Urbanismo) uno de los diez premios A+S 2021 (‘Barcelona Ayuntamiento+Sostenible’) que otorga el mismo consistorio.
En concreto, el reconocimiento que ha recibido el ’nuevo IMU’ ha sido por su apuesta firme frente a un edificio más sostenible, dotado de herramientas de trabajo más eficientes, y con la voluntad de implementar un espíritu de equipo más col•laboratiu, en beneficio de un consistorio y, por extensión, de una ciudad, más ecológicos.
Cabe destacar, que estos galardones tienen como referentes dos acciones que se celebraron con anterioridad; la ‘Convención Ayuntamiento+Sostenible, celebrada en 2010; y la ‘Jornada A+S’, en 2017; y a la vez también se enmarcan en el Compromiso Ciudadano por la Sostenibilidad 2012-2022, un marco de referencia compartido entre todas las organizaciones ciudadanas firmantes.
Este año, este ‘encuentro del personal municipal comprometido con la sostenibilidad’ se ha hecho con la voluntad de reencontrarse para compartir experiencias, fortalecer sinergias, celebrar logros y renovar objetivos y compromisos, para contribuir entre todos en la mejora de la sostenibilidad.
El nuevo IMU
Como ya sabréis, o para aquellos que lo lean ahora por primera vez, el Instituto Municipal de Urbanismo (IMU) se trasladó (desde 2009 se ubicaba en el edificio de Can Jaumandreu) esta pasada primavera a una nueva sede, en la calle Bolivia, 250, en el sector denominado 22@Nord, en un ámbito de transformación urbana donde encontramos Can Ricart, Ca l’Alier (Fundació bitHàbitat) o La Escocesa, para citar algunos.
Se aprovechó este hecho, para introducir un conjunto de cambios organizativos orientados a mejorar las condiciones de trabajo de las personas, y a la vez intentar hacer del IMU un espacio más atractivo e innovador.
Una oportunidad nueva que se presentó en este tiempo de crisis sanitaria provocada por la pandemia de la Covid-19, dejando atrás la diversidad de cultura empresarial (suma de diferentes organizaciones) que conformaba el antiguo ente y adaptándose a los nuevos tiempos, sobre todo en sostenibilidad, eficiencia, teletrabajo y varias herramientas de interconectividad que, sin duda, están facilitando el día a día de las tareas que tiene asignadas el Instituto Municipal de Urbanismo.
En este sentido, la transición hacia este nuevo modelo fue muy participativo por parte de todos los trabajadores (desde auxiliares administrativos hasta el gerente, pasando por la coordinación con los dos equipos profesionales que llevaron a cabo tanto la diagnosis y posterior definición del proyecto como el de las obras de remodelación), y a lo largo de finales de 2020 y los primero meses de 2021 se compartió y explicó -con sesiones plenarias mensuales- a todo el equipo cómo evolucionaba el ‘nuevo IMU’.
Un acompañamiento en el cambio que también incluyó ‘días de limpieza’, y personas ‘embajadoras del cambio’.
Un proceso, justo es decir, que no se habría podido realizar sin la implicación y ayuda de muchos compañeros del Ayuntamiento, como por ejemplo el área de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, el Instituto Municipal de Informática (IMI), Patrimonio, la Gerencia de Recursos y otros muchos actores.
Y una diagnosis esmerada que se ha hecho partiendo, entre otros aspectos, de un estudio etnográfico del tipo de trabajador, donde la valoración de la luz natural era una de las prioridades a tener en cuenta en esta nueva sede, además del confort acústico para poder trabajar bien. También se valoró mucho poder tener más espacios colaborativos, y reducir el mobiliario para pasar a esta nueva cultura organizativa que implicará estar ubicados en este nuevo edificio.
Sello ‘Leed Gold’ y más superficie útil en un entorno de trabajo moderno y sostenible
Con estos cambios, el nuevo IMU ha pasado a tener de casi 1.900 m² de superficie útil total, a tener unos 2.500 m² de superficie aprovechable total. Así, ahora se dispone de más metros, densificando más, pero en beneficio de espacios de valor añadido (bienestar, comodidad, biofília, orden, limpieza…).
En otras palabras, el IMU venía de un modelo de espacios de trabajo compartimentados y se ha evolucionado hacia una movilidad híbrida total; un edificio tecnificado que dispone de conexión Wi-fi para todo el mundo, y donde cada uno de los trabajadores tiene un ordenador portátil y teléfono móvil corporativo.
El nuevo IMU consta de sótano, planta baja+3; siendo la primera y segunda planta los lugares donde se ubica el personal de los diversos departamentos (Dirección de Urbanismo/Gestión Urbanística; Oficina de La Marina del Prat Vermell; Servicios Generales; Gerencia; Servicios Jurídicos; RRHH; Programas/Información y Control; Proyectos y Obras, Regeneración Urbana y Coordinación de Proyectos); mientras que la parte superior cuenta con una gran terraza, un espacio de socialización, cantina, y un espacio destinado a biblioteca. El archivo está situado en la planta baja.
En cuanto a las características técnicas del edificio -situado en Bolivia esquina con Fluvià-, hay que destacar que consta con el sello Leed Gold (segundo en la escala de cuatro de este sistema de evaluación y de certificación de sostenibilidad), hecho que lo convierte en un edificio muy eficiente. Además, está conectado a la red Districlima (red urbana de distribución de calor y frío para su utilización en calefacción, climatización y agua caliente sanitaria); incorpora placas fotovoltaicas; la iluminación interna y el consumo de agua se regulan de manera automática. Además, la orientación en Norte del inmueble, le da mucha luz natural a lo largo de la jornada laboral, un hecho que aporta bienestar y un ahorro energético considerable.
En definitiva, una propuesta de edificio y entorno de trabajo moderno (concepto de espacio abierto), sostenible (elementos de biofília, que contribuirán a la salud física y mental; movilidad, reducción de consumos, reciclaje), amable (espacios de socialización, cantina, terraza…) y seguro (criterios postcovid).
Que implicará un cambio en la cultura del trabajo (movilidad en todo el edificio, tecnología adaptada al teletrabajo, telefonía móvil, manuales de uso de los nuevos espacios, impresión y digitalización con identificación PIN, tendencia al ‘papel cero’, nuevo sistema de Administración Integral de Documentos y Archivos, seguridad informática reforzada, Office 365 integrado…), y donde se quiere fomentar la horizontalidad y la colaboración entre personas y equipos (espacios de trabajo colaborativo, ágora de presentación de proyectos).
Un nuevo edificio y una nueva etapa, pues, que utiliza herramientas prácticas en bienestar, seguridad y resiliencia, tecnología y sostenibilidad, flexibilidad y eficiencia, colaboración, innovación y que, puestos en manos de su equipo de profesionales, tiene por objetivo final dar un mejor servicio a los ciudadanos en todo aquello relacionado con todos los proyectos que gestiona el IMU en nuestra ciudad.
Todos los ganadores y su aportación a una Barcelona y un mundo más ecológicos
- Electrificación de la flota de vehículos (BCASA): en los últimos cinco años, esta empresa municipal ha incorporado 95 nuevos vehículos eléctricos (el 90% de estos ya son eléctricos o híbridos enchufables), contribuyendo a reducir las emisiones de CO₂ a la atmosfera.
- Ambientalización de las carreras (IBE): El Institut Barcelona Esports ha promovido la reducción del impacto de los eventos deportivos reduciendo, por ejemplo, los residuos asociados a la organización de pruebas atléticas (fuentes y vasos compostables, eliminación de embalajes o uso de chips reutilizables).
- Plan de Sostenibilidad del Zoo de Barcelona : El cuarto Plan de Sostenibilidad del parque zoológico barcelonés se basa en una diagnosis extensa, en donde se analizan flujos de agua, energía, así como los residus creados y la movilidad. Esta iniciativa incluye 177 propuestas de mejora con indicadores específicos de seguimiento.
- Camisetas de algodón orgánico (SPCPEIS): el Servei de Protecció Civil i Prevenció, Extinció d’Incendis i Salvament, ha incorporado la utilización del algodón orgánico en la fabricación de polos y camisetas, así como la utilización de envoltorios biodegradables o reciclados ecológicos y respectuosos con el medio ambiente.
- La terraza viva (Museu Blau-Ciències Naturals): Este edificio emblemático del tándem Herzog-Meuron, ha creado una ‘terraza viva’, un espacio verde de 7.000 m2. Incorpora flora adaptada a las características del clima mediterráneo y, a la vez, sirve de espacio experimental para hacer investigación para dar a conocer qué especies son las que mejor se adaptan.
- El huerto en la terraza (IMPD): Este es un proyecto de instalación de cultivos en azoteas de edificios municipales que son cuidados y cultivados por un colectivo de personas con discapacidad. Las hortalizas y verduras recogidas se destinan a comedores sociales o banco de alimentos.
- Huerto urbano en la cubierta del Mercat de la Vall d’Hebron: Este huerto urbano inaugurado este año es la cubierta con uso agrícola más grande del Estado. Las parcelas son de cultivo ecológico y se destinan a autoconsumo y entidades sociales.
- Incorporación de criterios ambientales en el polideportivo del Camp del Ferro (Sant Andreu): A la hora de diseñar y gestionar esta instalación, se han considerado diversos criterios para cumplir con la certificación ambiental Leed: una orientación óptima, protección solar de doble piel de la fachada o la generación de energia solar térmica y fotovoltaica.
- Aprovechamiento alimentario de las naranjas de los árboles para hacer mermelada: Un grupo de voluntarios llegó a recoger hasta 800 kilos de naranjas amargas de los árboles de la calle, y se han podido elaborar 3.000 botes de mermelada. Una elaboración hecha en conjunto con una fundación que ayuda a colectivos vulnerables. En paralelo, también se han hecho talleres y tareas de divulgación en las escuelas (concienciación del desperdicio de los alimentos).
- Un nuevo Institut Municipal d’Urbanisme (Sant Martí) más sostenible, eficiente y colaborativo: una propuesta de edificio y entorno de trabajo moderno (concepto de espacio abierto), sostenible (elementos de biofília, que contribuirán a la salud física y mental; movilidad, reducción de consumos, reciclaje), amable (espacios de socialización, cantina, terraza…) y seguro (criterios postcovid).