Los animales de compañía pueden tener una vida muy larga. Hablamos de diez a quince años, o incluso más. Por este motivo, adquirir un animal de compañía no puede ser fruto de un impulso, sino que antes deberíamos haber reflexionado bien sobre la responsabilidad que implica tener un animal en casa en un entorno urbano. Además también debemos asesorarnos sobre cuál es el animal o especie que más se adecua a nuestro estilo de vida.
En caso de querer seguir adelante, recuerda que también puedes optar por adoptar un animal de los centros municipales de acogida o de los refugios de las sociedades protectoras.
Si prefieres adquirir tu animal de compañía en un establecimiento, asegúrate de lo siguiente:
- El establecimiento está inscrito en el Registro de núcleos zoológicos y dispone de un servicio veterinario propio o externo.
- Los perros y gatos están identificados al menos mediante un microchip homologado implantado.
- Te entregan el animal desparasitado y sin síntomas aparentes de enfermedad.
- Recibes un documento con las características del animal y una factura con los datos del vendedor y el precio. La garantía legal de la compra es de dos años.