Se consideran ventas a domicilio todas aquellas efectuadas fuera de un establecimiento comercial, ya sean domicilios particulares, espacios de trabajo o de ocio, etc.

Si realizas una compra fuera del establecimiento, debes tener en cuenta estas cuestiones:

• Las personas consumidoras tienen que haber aceptado previamente las visitas para ofrecer cualquier producto o servicio. De hecho, la persona vendedora está obligada a acreditar esta aceptación. Esto incluye las empresas comercializadoras de luz o de gas natural.
• No hay ninguna obligación de compra. Si no se está convencido o convencida, no se debe firmar ningún documento sin haberlo leído atentamente y haber entendido todas las condiciones. Tampoco se debe ningún dato personal o bancario, ni facturas posteriores.
• Es importante pedir el contrato o la factura con todos los datos de la empresa vendedora.
• Tienes derecho a desestimación, que permite devolver el producto o cancelar el contrato en un plazo de catorce días. Quedan excluidos los servicios que se ha empezado a prestar antes de este plazo, así como los productos personalizados, perecederos, etc.
• Solo es posible cobrar gastos de devolución si se informa antes de la compra o se escoge un sistema de entrega más costoso que el ordinario.