Diálogos literarios | Literatura asiática: un vacío pendiente

La escritora Aki Shimazaki, de origen japonés, vive en el Canadá desde los 27 años, y practica la escritura exofórica al escribir en francés, lengua que ha estudiado de forma autodidacta. Gish Jen, norteamericana de origen chino, escribe en inglés, y explora lo que es ser una mujer norteamericana desde una perspectiva diversa. Éstos son dos ejemplos de autoras diaspóricas que examinan lo que es vivir con el vacío, un espacio en el cual habitan y forman parte de su ser: vacío de referentes y vacío de estanterías.
 
El jueves pasado 22 de abril, en el marco de la Diada de Sant Jordi, el Espai Avinyó acogió la tercera edición del ciclo ‘Diálogos Literarios’ para reflexionar sobre el “vacío pendiente” que es la literatura asiática y diaspórica por su invisibilización, alterización y minorización en el contexto español. Para enmarcar la conversación, contamos con Glady de la Cruz Juria, sinóloga, traductora de chino y correctora de origen filipino, que a través de sus reseñas da a conocer la literatura asiática traducida al español, y Paloma Chen, impulsora de la investigación periodística Crecer en “un chino”, ganadora del Premio Nacional de Poesía Viva “L de Lírica” 2020 y cogestora de la plataforma Tusanaje. La dinamización del diálogo fue a cargo de Anna Fux, cofundadora de la revista digital por y para la diáspora asiática Pai Pai Mag.
 
Como punto de partida, Anna leyó los abstractos de las dos autoras, para abordar diferentes cuestiones: ¿cómo puede la literatura ayudar a reconciliar el desarraigo y todas las experiencias traumáticas que sienten las personas en la diáspora? ¿Qué cambiaría si estas autoras escribieran en su lengua materna?
 
A través de las lecturas de fragmentos del corazón de Yamato, de Aki Shimazaki y Duncan en China, de Gish Jen las ponentes reflexionaron sobre el trato que reciben al volver a sus países de origen como si fueran el «otro”, y como a su vez eso tiende al hecho de que la diáspora idealice estos mismos países, por la necesidad de sentir esta pertenencia. Así es como se puede caer en imaginarios orientalistas y asumir la visión creada por los medios de comunicación de la minoría modélica.
 
La minoría modélica homogeneíza a las personas de origen del este asiático: personas de alto poder adquisitivo que, supuestamente, se salvan de vivir el racismo. Anna Fux apuntaba que este tipo de representación se convierte en una trampa, ya que “hay una meritocracia de pertenencia y de integración; como más integrado estés, más reconocimiento, pero no es así”.
 
Eso nos lleva a un debate sobre el concepto de integración, al que Glady de la Cruz resaltó que “no se trata de que nosotros nos integremos, pero de cómo este contexto nos trata a las diásporas”. Por su parte, Paloma Chen, añadió que “al fin y al cabo, integración quiere decir asimilación. Para poder vivir en paz, tienes que renunciar a tu nombre, a tu lengua materna, a tus costumbres, a tu religión y vestimenta, es el precio que hace falta pagar para vivir aquí”.
 
Asimismo, se planteó qué pasaría si Gish Jen y Aki Shimazaki escribieran en sus lenguas maternas y su obra formara parte de esta literatura china y japonesa, respectivamente, poniendo sobre la mesa la problemática de la traducción de idiomas asiáticos al español y catalán. En este caso, al ser dos culturas del este asiáticas probablemente se acabarían traduciendo sus obras solamente por el interés que redirigen las editoriales en esta región, restándole importancia a la literatura del sureste o sur-asiático.
 
Para finalizar el diálogo se lanzó una pregunta: ¿dónde situamos esta literatura en nuestras estanterías y librerías? Las invitadas afirmaron que aunque haya plataformas nuevas como Pai Pai para posicionar y difundir referentes en este ámbito, las editoriales siguen sin saber como abordarlas. Paloma Chen siguió añadiendo cuestiones para poner complejidad a las respuestas de la sociedad a este hecho: “nos queda un largo camino basado en dar explicaciones y haciendo pedagogía para explicar dónde nos situamos, pero realmente, ¿Dónde me sitúas tú? ¿Dónde me sitúa la sociedad? Como autora, ¿dónde me colocarás?».