Geografías textiles | Cartomancias

Un taller sinestésico para incorporar en el bordado el reconocimiento con la tierra y el territorio.

La sesión del 9 de julio de 2025 en el Museo Tàpies, en el marco del ciclo Geografías Textiles, coorganizado por el Espai Avinyó con Acción Comunitaria, contó con la colaboración del Museo Tàpies y del artista Antonio Monroy (México, 1984), artista visual pluridisciplinar que vive y trabaja entre el campo y la ciudad. El encuentro comenzó con una invitación de Antonio Monroy para entrar y compartir el universo de Marta Palau (Lleida, 1934 – Ciudad de México, 2022), en el marco de su exposición en el Museo Tàpies.

La manera de Palau de trabajar a menudo con barro, fibra y textil nos recuerda que tocar la materia es también una forma de evocar historias, resistencias y geografías vividas, especialmente desde la mirada de las mujeres y de los desplazamientos territoriales, algo que Antonio aprovechó para incorporar a la sesión. Nos propuso una aproximación colectiva al barro, donde compartió un sueño personal que nos abrió las puertas a una exploración sensorial guiada por colores, formas y texturas, invitándonos a conectar con la materia desde una experiencia íntima y compartida.

Una vez trabajado el barro, hicimos impresiones sobre tela, y a partir de ahí se abrió un espacio íntimo para conectar con las manos de cada cual a través de la arcilla. Para la segunda parte del taller, Monroy nos invitó a trasladar esas sensaciones al papel cuadriculado, convirtiéndolas en patrones gráficos de colores que, recordando la experiencia vivida, podían convertirse en bordados de punto de cruz. Sin pretensiones técnicas, la propuesta abrió un espacio compartido para activar la imaginación y la conexión con la tierra y el territorio.

Aquí algunas intervenciones durante el taller:

  • “El taller lo dividimos en dos momentos. El primero es una exploración de las sensaciones, la memoria y los efectos visuales que nos provoca el contacto con la tierra. El segundo es una forma de verterlo gráficamente, a través de dibujos que conecten con el punto de cruz y sus significaciones.” – Antonio Monroy.
  • “Es clave este vínculo de reconocimiento con la tierra. Más allá de haber roto la relación con la tierra originaria, de no haber nacido aquí y crecer en otro lugar, hay que entender que todo esto forma parte de un proyecto de hace siglos que, esencialmente, ha buscado desposeernos de esa relación, a través de las migraciones forzadas y los vaciamientos.” – Antonio Monroy.
  • Soñé, no hace mucho, que mis manos se encontraban. Primero aparecía una, después la otra, y con ellas surgían colores. Procuramos nuestra propia imagen o recuerdo, intentando dar color a aquellas texturas del barro, a aquellas medidas, a aquellas sensaciones.” – Antonio Monroy.
  • “Después de modelar la palma con la arcilla, manteniendo una búsqueda onírica, pasamos a recordar los colores que aparecieron al tocar la tierra. A partir de ellos, crearemos patrones: combinaciones libres e intuitivas que trazaremos sobre papel cuadriculado, marcándolas con una cruz para que más adelante puedan trasladarse al bordado.” – Antonio Monroy.

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