Geografías textiles | Vestidos de fiesta y celebración

Vestidos de fiesta que revelan formas de organizar la vida de manera comunitaria e intercultural en las culturas marroquí, del pueblo gitano y de la diáspora palestina.

El 14 de mayo de 2025, el Espai Avinyó —con la colaboración del Servei d’Interculturalitat de Sant Andreu y la Acción Comunitaria— organizó una charla en el Centro Cívico Baró de Viver, en el marco del ciclo Geografías Textiles y como espacio de intercambio entre grupos de costura del distrito de Sant Andreu.

Con el objetivo de reconocer la pluralidad de los vestidos festivos en la ciudad desde una mirada intercultural y emocional, se organizaron tres mesas rotativas para profundizar en las vivencias situadas de Asma Ismail Amlih, activista palestina y tallerista de bordado; Elisabeth Fajardo Santiago, miembro de la Asociación Gitana del Bon Pastor; y Rahma Talbi, integradora social y conocedora de los tejidos amazigh. La sesión concluyó con un espacio abierto de conversación dinamizado por Daniela Martínez, en el que las personas asistentes compartieron reflexiones y emociones.

En la mesa de Rahma, escuchamos cómo la vestimenta tradicional marroquí —con influencias amazigh, árabes y andalusíes— es mucho más que una prenda: es identidad plural, historia y patrimonio vivo. En el caso de Elisabeth, se reivindicó la manera en que su pueblo ha sabido preservar su cultura, y cómo los vestidos con pedrería que se lucen en las bodas gitanas en Cataluña se convierten en espacios de innovación y creatividad. Por parte de Asma, que compartió un vestido heredado de su madre y una foto de una boda palestina en la calle, recorrimos su historia y las políticas de resistencia a través del bordado tradicional palestino.

Destacamos algunas reflexiones del diálogo:

  • “Cada hilo, cada prenda, lleva la memoria de pueblos enteros: la cultura amazigh, con su riqueza ancestral; la cultura árabe, con sus telas de Damasco y la difusión del islam; y la huella andalusí, muy presente en el norte. Por eso, llevar hoy un caftán, una gandora o una yelaba no es solo lucir una prenda bonita, sino reivindicar un patrimonio cultural vivo, que sigue transformándose con nosotras.” — Rahma Talbi
  • “Hace más de 600 años, cuando el pueblo gitano llegó a la península, éramos totalmente libres, vestíamos como queríamos, pero los Reyes Católicos quisieron imponernos sus leyes y tradiciones. Para nosotras, los vestidos de boda son muy importantes, porque mantienen nuestras costumbres. En Cataluña los innovamos con vestidos llenos de pedrería, dejándonos influenciar también por la moda.” — Elisabeth Fajardo Santiago
  • “Vivir en un campo de refugiados es muy difícil, sí, porque es muy doloroso tener que exiliarse. Pero, al mismo tiempo, también es rico. Yo distinguía los vestidos de Nablus, de Hebrón, del Néguev, porque la gente venía de muchos lugares diferentes y se concentraban en un espacio muy pequeño. Eso hace que mantengan su cultura y costumbres. Cada persona aporta su granito de arena para hacer celebraciones y actividades conjuntas. Es como un ramo de flores de muchos colores.” — Asma Ismail Amlih
  • “Detrás de un vestido que nos ha mostrado Elisabeth, hay un grupo de costureras que hacen posible toda la boda. Detrás de los vestidos de Rahma, está su madre, su paciencia y trascendencia. En Palestina, como nos contaba Asma, son distintas mujeres las que hacen el patrón: cada una cose una parte, y luego se unen. Entonces, los tejidos, la ropa que llevamos, también hablan de una memoria comunitaria y de cómo queremos vivir, dentro del territorio y también fuera, cuando nos toca marcharnos.” — Daniela Martínez

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