Recetario de la memoria migrante

La cocina como memoria, resistencia y construcción de identidades y sabores que unen tierras y recuerdos.

El 25 de marzo de 2025, el Espai Avinyó, en colaboración con el  Centre Cívic Guinardó, acogió un encuentro en torno a la cocina como espacio de memoria y afectos. La actividad contó con la participación de Malinalli García, periodista mexicana y creadora del proyecto sonoro Recetario de la memoria migrante, y de Adriana Pimentel, periodista y fotógrafa brasileña afincada en España.

En primer lugar, Malinalli García  presentó un capítulo del Recetario de la memoria migrante en el que Adriana Pimentel relata su relación con la migración, la comida y su familia. Toda la serie es una iniciativa que recoge relatos de desplazamiento y pertenencia a través de la gastronomía en Barcelona. La historia de Adriana nos permitió reflexionar sobre el papel de la gastronomía en la transmisión de la memoria y en la construcción de nuevos vínculos afectivos en tierras de acogida.

Como plato principal, y en relación con el capítulo del pódcast escuchado, se preparó tapioca, hecha con fécula de yuca y al ritmo de esta playlist que nos transportó al noreste de Brasil. Poco a poco, el encuentro se convirtió en un espacio de escucha e intercambio de platos y lugares donde comprar en la ciudad, donde las historias compartidas reforzaron la idea de que la cocina no solo alimenta el cuerpo, sino también los afectos, el espíritu y las identidades múltiples.

Compartimos algunas recetas y reflexiones:

  • “A través de la cocina y de los relatos personales, el pódcast ofrece una reflexión sobre la memoria, el arraigo y las dificultades de migrar. Relatos como el del pastel de tres leches de una mujer salvadoreña o el arroz con leche de otra venezolana muestran cómo los sabores evocan recuerdos y experiencias migratorias, conectando la comida con las identidades y el proceso de adaptación en Cataluña.”
    Malinalli García
  • “La tapioca se hace solo con almidón. Primero, la yuca se procesa para separar el agua, y lo que queda en el fondo es el almidón. Hoy en día, la mayoría ya no hace ese proceso, y la tapioca que venden en paquetes en el supermercado no es la misma. Cuando volví a Brasil después de unos años y la probé, me asusté. No era la tapioca que conocía, la que hacían nuestras abuelas con ese cuidado artesanal.”
    Adriana Pimentel
  • “Mi madre siempre hacía sopa de frijoles cuando estábamos en casa, sobre todo los domingos. El olor llenaba toda la casa y yo sabía que era un día especial, de estar juntas, de comer sin prisas. Me gustaba sentarme a su lado en la cocina mientras removía la olla y me explicaba cómo hacerla, aunque en ese momento no le prestaba mucha atención. Ahora, cada vez que preparo esa sopa, me vienen a la mente aquellos días y me doy cuenta de lo mucho que aprendí solo observándola.”
    Participante del diálogo
  • “Aquí en casa preparo arroz con coco como lo hacía mi tía en la costa. Recuerdo que, cuando íbamos de visita, toda la casa olía a coco tostado y especias. Nos sentábamos a la mesa mientras ella servía las raciones con una cuchara grande y nos decía que comiéramos despacio para saborear bien el arroz. Ahora, cada vez que lo cocino, cierro los ojos y, por un momento, me siento de nuevo en su cocina, escuchando su voz.”
    Participante del diálogo

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