Somos barceloninas i barcelonines


Somos barceloninas y barceloninos
En Barcelona, la diversidad cultural y de origen es vivida como una auténtica riqueza colectiva. La ciudadanía se siente orgullosa de formar parte de una ciudad abierta, plural y acogedora, donde conviven personas de múltiples procedencias y tradiciones. Esta diversidad no solo es aceptada, sino que es valorada como un elemento positivo y enriquecedor.
Los barceloneses y barcelonesas, independientemente de nuestro origen, compartimos un fuerte sentimiento de pertenencia a la ciudad. Nos sentimos parte de un proyecto común, y eso se refleja en la valoración que hacemos de Barcelona: le ponemos una nota media de 8,3 sobre 10.
Esta estima por la ciudad se traduce también en nuestras relaciones cotidianas. El 78 % de la población afirmamos tener amistad con personas de diferentes orígenes culturales, claro indicador de la integración y la convivencia positiva. Además, el 80 % de las vecinas y vecinos consideramos que las relaciones en nuestros barrios son excelentes, bastante buenas o buenas.
Los datos nos muestran, pues, con claridad, una ciudad cohesionada, ejemplo vivo de convivencia y respeto.

Más de 600.000 barceloneses hemos nacido en el extranjero
La diversidad de orígenes de los vecinos y vecinas de la ciudad aporta una inmensa riqueza cultural, y la acerca al conocimiento de nuevas lenguas, tradiciones, sabores y perspectivas que enriquecen la vida cotidiana. Barcelona se convierte así en un mosaico vibrante y cosmopolita. Su pluralidad fomenta la creatividad y la innovación que la han conducido a tener su actual imagen, tan bien valorada en el ámbito internacional. Barcelona es vista como una ciudad abierta, moderna y comprometida con la diversidad como valor esencial.
En Barcelona hablamos hasta 300 lenguas distintas
Como ejemplo de ciudad cosmopolita, Barcelona es un auténtico espejo de la diversidad lingüística. Hasta 300 lenguas conviven en sus calles, escuelas, mercados y espacios públicos, y demuestran cómo la diversidad es un motor de convivencia y enriquecimiento mutuo. Esta pluralidad lingüística refleja la presencia de comunidades de todo el mundo que han hecho de Barcelona su casa. Las lenguas no solo se hablan, sino que también se escuchan, se enseñan y celebran.


En la ciudad hay 502 centros de culto de hasta 36 tradiciones religiosas
En Barcelona hay 502 centros de culto que representan hasta 36 tradiciones religiosas distintas, clara muestra de su diversidad espiritual y cultural. Esta pluralidad permite que personas de diferentes creencias puedan practicar su fe con libertad y respeto. Los espacios de culto también son puntos de encuentro comunitario y de diálogo intercultural. La convivencia entre religiones o creencias contribuye a una ciudad más tolerante, abierta y cohesionada. Barcelona se consolida así como referente de respeto y convivencia entre diferentes convicciones religiosas y espirituales.
Hace 600 años que el pueblo gitano llegó a Barcelona
En el 2025 se conmemoran los 600 años de la llegada del pueblo gitano a Barcelona, que desde entonces ha sido parte activa de la vida de la ciudad, aportando cultura, música, tradiciones y su manera única de entender el mundo. Actualmente, se calcula que viven en Barcelona entre 6.000 y 10.000 personas gitanas, repartidas por varios barrios. Reconocer y valorar su historia es parte imprescindible para entender algunos de los rasgos de identidad de la ciudad, como el reconocido nacimiento de un estilo musical propio: la rumba catalana.
