La limpieza de pintadas es un servicio prioritario en la ciudad. El nuevo contrato prevé un importe de 16 millones de euros y un 30 % más de personal, con un total de 36 equipos. Se pone en marcha en el marco del Pla Endreça y, por primera vez, incluye la limpieza de elementos urbanos, como bancos, jardineras o fuentes, y las fachadas de algunos edificios patrimoniales. Además, incorpora un refuerzo de efectivos de la Guardia Urbana y una nueva metodología de trabajo, con limpiezas frecuentes en determinadas zonas.
Para optimizar los resultados y mejorar la percepción de la limpieza, se han determinado unas zonas en cada distrito donde la frecuencia de limpieza de pintadas tendrá lugar cada cuatro meses de forma general, pero con una limpieza mensual en aquellos ámbitos en los que sea necesario. También se limpiarán de manera periódica edificios municipales, mercados, parques y jardines y estructuras urbanas, como puentes, pasarelas o muros.
Más ámbitos de trabajo
Una de las novedades más destacables del contrato es que, por primera vez, incluye la limpieza de pintadas del mobiliario y otros elementos como fuentes, jardineras, atriles informativos, barandillas, aparcamientos de bicicletas o las placas con el nombre de la calle. Además, se incorpora la limpieza de fachadas de edificios patrimoniales con nivel de protección como Bien Cultural de Interés Local, Bien de Interés Urbanístico o Bien de Interés Documental.
Coordinación con la Guardia Urbana
Para poder aumentar el nivel de limpieza de pintadas, se trabajará de forma coordinada con la Guardia Urbana, que tendrá más presencia de efectivos en el espacio público y aumentará las denuncias, en el marco de la ordenanza de civismo, como elemento disuasivo. En el año 2023 se impusieron un total de 486 denuncias por realizar pintadas en el espacio público u otros elementos, mientras que en el año 2022 hubo 327. Eso supone un incremento del 48,6 %. El importe de las sanciones también se ha incrementado durante el año 2023 y ha pasado de 300 a 500 euros, un 66,6 % más, y puede llegar a los 600 euros si la infracción se comete pintando una fachada patrimonial.