Llevar unos hábitos y un estilo de vida saludables mejora la calidad de vida de las personas. El hecho de que socialmente se relacione la masculinidad con el riesgo y la transgresión está muy vinculado a un consumo más elevado de sustancias nocivas o tóxicas entre los hombres, como son el tabaco, el alcohol o las drogas.
Las condiciones laborales afectan, y mucho, a la salud de la ciudadanía. Si bien los hombres sufren más accidentes laborales, los trastornos de salud emocional vinculados con el trabajo, como la ansiedad y la depresión, tienen un mayor impacto en las mujeres.
La salud sexual es una dimensión del bienestar y la salud física y emocional de las personas que se basa en el derecho a disfrutar de una vida sexual segura, libre de discriminación o violencia. La vulneración de los derechos sexuales y reproductivos como el derecho al aborto, la reproducción asistida o el acceso a la sanidad afecta mayoritariamente a las mujeres.