Para conseguir la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres es imprescindible que esta se dé también en el mundo económico y laboral. Por eso, hay que abordar firmemente todas las brechas y situaciones de desigualdad estructural que desde hace tiempo sufren las mujeres en el mercado de trabajo.

Concretamente, hay que promover políticas de acción positiva para conseguir erradicar la segregación vertical (techo de cristal) y horizontal, tanto en los trabajos masculinizados como en los feminizados; fomentar la participación de las mujeres en el sector tecnológico; promover el talento femenino en todos los sectores productivos punteros; luchar contra la feminización de la pobreza y la precariedad; abordar la falta de corresponsabilidad y las dificultades de las mujeres para conciliar la vida laboral, personal y familiar, entre otras acciones.

 

Todas las imágenes de la sesión de trabajo de Economía y Trabajo

 

¿Qué ideas salieron?

Entre otras necesidades, las participantes en el grupo de trabajo destacaron:

• La importancia de tener una mirada interseccional;
• Facilitar el empleo y el acceso al mercado de trabajo de las mujeres migradas de segunda generación;
• Abordar las principales problemáticas de los sectores feminizados y en condiciones precarias, así como la feminización de la pobreza;
• Conocer la situación real de las mujeres emprendedoras.
• Valorar y abordar el trabajo de cuidados en todas sus dimensiones: quién realiza el cuidado, en qué condiciones, cómo son las ocupaciones vinculadas a los cuidados, etc;
• Programas más integrales que tengan en cuenta temas como, por ejemplo, vivienda, situación legal, etc.
• Proyectos de apoyo a mujeres emprendedoras.