Fue una de las mujeres represaliadas y torturadas por el régimen franquista por su afiliación a la CNT y a la Unió de Joventuts Antifeixistes. Llegó con su familia a Santa Coloma de Gramenet en 1921. Con solo 14 años empezó a trabajar como tejedora en las Pañolerías Baró, en el actual distrito de Horta-Guinardó, donde entró en contacto con el sindicato de la CNT, del que fue militante a partir de 1934. Su activismo la convirtió en una de las mujeres líderes, y en 1936 fue nombrada secretaria general y tesorera. Con la ocupación del ejército franquista se inició una ola de detenciones de la que fue víctima. Fue torturada durante tres días y condenada a cadena perpetua. Murió prematuramente en la prisión de Mujeres de Les Corts, a causa de una tuberculosis agravada por las secuelas de las torturas y las condiciones de vida insalubres que tantas mujeres sufrieron de manera injusta durante el régimen franquista.
Nombrada en 1936 como secretaria general y tesorera de la CNT, en 1939 fue torturada durante tres días y condenada a cadena perpetua en la Prisión de Mujeres de Les Corts, donde murió.