El poeta Jaime Gil de Biedma ya tiene una placa literaria para recordarlo y rendirle homenaje en el número 6 de la calle de Francesc Pérez-Cabrero, la dirección donde vivió. La inscripción forma parte del despliegue del Mapa Literario de Barcelona, un conjunto de esculturas y placas de memoria en calles y rincones que han sido habitados, frecuentados o inmortalizados por escritores de todas las épocas y todos los orígenes, además de establecimientos, equipamientos y fundaciones dedicadas a la difusión y la memoria de la literatura.
Gil de Biedma nació y murió en Barcelona (1929-1990), donde desarrolló su obra poética, que tiene un carácter marcadamente autobiográfico y en el que refleja una vida llena de contradicciones, como el hecho de considerarse marxista a pesar de ser hijo de familia burguesa o tener que vivir su homosexualidad en una época de fuerte represión franquista.
Considerado uno de los principales poetas en lengua castellana del siglo XX, es el autor más emblemático y leído de la Generación del 50, gracias a una obra en que hablaba frecuentemente de la preocupación por la pérdida de la juventud y el amor, la destrucción de los recuerdos y la vida y el tiempo.
El poeta, uno de los que más han influido en las generaciones posteriores a pesar de no tener una obra muy amplia, dejó de publicar en la década de los ochenta a causa de una crisis personal y murió en 1990 víctima del sida.