Hajar Menssouri tiene 28 años, es trabajadora social, y forma parte de la Asociación Madres contra el racismo, como hija que ha sufrido racismo en la escuela, haciendo acompañamiento a familias o personas que están sufriendo racismo dentro de ese ámbito.
Fue una de las participantes de la actividad que analizó, en clave intercultural, la serie Élite. Con ella hablamos sobre cómo se ha construido el personaje de Nadia, los conflictos y las situaciones que rodean su realidad.
En junio participaste en la actividad que da continuidad al cicle ‘Series a debate’ organizado por el Espai Avinyó. ¿Cuál es tu valoración? ¿Qué importancia tiene realizar este tipo de encuentros?
A partir del análisis de una serie, se puede conceptualizar el por qué y el cómo de la existencia de unas desigualdades o representaciones concretas, mientras que cuando se analiza desde una forma muy teórica es muy difícil de materializar, o imaginamos que son cosas que están muy alejadas de nuestra realidad.
La serie nos permite pensar que los conceptos y las realidades que nosotros criticamos, y los estereotipos y las discriminaciones de las que hablamos, con mucha frecuencia, las estamos reproduciendo, sin darnos cuenta. Por lo tanto, esta actividad me pareció una manera preciosa y necesaria para llegar a un público mucho más amplio y también para facilitar los conceptos de una forma mucho más simple.
En la serie Élite, ¿cuál es la narrativa del personaje de Nadia? ¿Qué mensajes /imaginarios piensas que está percibiendo la audiencia en relación a la «mujer musulmana»?
Élite presenta a Nadia como prototipo de mujer musulmana nacida en Occidente, que odia todo lo que tiene que ver con Occidente, porque pertenece a una cultura y a una religión que se ha representado, durante toda la serie, como contraria a todos los conceptos democráticos, de derechos humanos y de libertades que se han conseguido en Occidente.
La audiencia empatiza con Nadia, obviamente, la comprenden y entienden las opresiones que está viviendo, porque a lo mejor hay algunas escenas que el espectador/a puede ser que haya visto en la sociedad. Por otra parte, el espectador/a criminaliza a la familia, al padre, a la religión que no le permite ser libre ni relacionarse con otras personas, ni tener ocio.
El mensaje que transmite la serie es que las mujeres musulmanas o las mujeres de unas culturas concretas, por mucho que ellas digan que son conscientes de sus decisiones, que quieren hacer lo que están haciendo, en el fondo no es verdad.
Por lo tanto, por una parte, está negando las reivindicaciones que las mujeres musulmanas hacemos de nuestros derechos religiosos, de representación, de identidad. Por otra parte, hay un discurso paternalista: “nosotros sabemos qué es lo mejor para vosotras mujeres musulmanas, y por mucho que digáis que vosotras sois totalmente libres para llevar el velo, nosotros entendemos que el velo es opresión y como tal os vamos a enseñar el camino”.
Élite muestra un prototipo de sociedad, y quien no lo cumple está al margen y no es totalmente libre. Por lo tanto, de una forma, lo que está representando Nadia es la opresión y el intento de Occidente de enseñarle los valores de la libertad, de la justicia, de ser ella misma…
¿Cómo se presenta y evoluciona el personaje a lo largo de la serie?
Cuando Nadia entra en el instituto, la directora y el profesor le dicen, desde el primer momento, que se tiene quitar el velo, si no va a ser expulsada. Se trata de una opresión muy importante que es omitida a lo largo de la serie, y lo único que se muestra es que a través de esta opresión, Nadia puede interaccionar con otras personas que están viviendo otras vidas, que están probando cosas que pertenecen a su edad, supuestamente, que están tomando decisiones desde su propia libertad.
Por lo tanto, a medida que avanza la serie, Nadia empieza a deshacerse, a partir de conceptos feministas, de las opresiones que representan su cultura y su religión. Primero, de una forma clandestina, pero luego ya de una forma, supuestamente, consciente. Obviamente, muestra su liberación de las cadenas de la religión.
¿Cómo experimenta, el personaje de Nadia, su autonomía, libertad y pensamiento propio?
Nadia experimenta la forma de vida de sus compañeros/as, y a través de estas relaciones interpersonales, descubre que hay otras formas de vivir. La conclusión final es que tampoco se está tan mal: puedes ser libre sin renunciar a lo que eres, aunque ha accedido a todo aquello a lo que le tiene supuestamente prohibido la religión, la cultura o sus padres.
¿Qué papel juega el instituto en relación a la diversidad del alumnado? ¿Qué problemáticas que aparecen en la serie podemos aterrizar en la realidad del sistema educativo actual?
La serie muestra opresiones de raza y de clase, sobretodo. Por ejemplo, cuando a Nadia le dicen que tiene que quitarse el hijab, porque no quieren ninguna representación en el instituto, ella responde que en el instituto se ven bolsos de marca, joyas… y eso es una representación de superioridad. ¿Quién puede ser representado y quién no?
El instituto muestra que las familias que están en una posición social y económica elevada tienen más poder. ¿Por qué no se habla de que Omar, el hermano de Nadia, no ha acabado sus estudios y nadie se ha preocupado de que los acabara? ¿Por qué no se habla de que al buscar trabajo, cojan a su compañero y a él no? La escuela no es una herramienta de justicia social, ni de ascenso social, ni de emancipación. La escuela, que debería ser la herramienta perfecta para el ascenso social, no lo es. Lo que hace es perpetuar y repetir las mismas opresiones que hay en la sociedad.
¿Qué discursos está apoyando el instituto y cómo se posiciona?
La diversidad está totalmente oprimida y sólo es utilitarista. Usan a las clases sociales inferiores para hacer buena publicidad y mostrar lo buenos que son.
¿Qué problemáticas que aparecen en la serie podemos aterrizar en la realidad del sistema educativo actual?
La escuela es perpetuadora de desigualdades, no representa a toda la sociedad. Existen unas clases sociales y unos conocimientos concretos que nunca tienen cabida en la escuela. Las personas o grupos que no forman parte del pensamiento hegemónico nunca son representados.
Por ejemplo, en la serie se muestra como nunca se cuenta con los padres del alumnado de clase baja, sólo se les llama cuando hay alguna situación problemática, y esto mismo es lo que pasa en la realidad. Las AMPAS o la escuela, tienen una comunicación muy deficiente con los padres de algunas comunidades en concreto, porque asumen que son conflictivas, o que no van a entenderles. Cuando las personas diversas o sus padres, ponen alguna reclamación en la escuela, se les trata con inferioridad, ya que sus reclamaciones no están en concordancia con los valores de la libertad ni con los de la escuela. Siempre se les problematiza de alguna forma. Para mí la escuela es perpetuadora de desigualdades, tanto de racismo como de clase social.
¿Cómo consideras que se está percibiendo la serie entre la audiencia adolescente?
Es una serie que se ha hecho de una forma muy inteligente, porque ha utilizado la diversidad de mala manera y han incluido todos los personajes en los que alguien puede verse “representado” porque hay una persona negra, mora, latinoamericana… pero obviamente hay que ver que qué personajes y qué historias se están contando.
Élite habla de las relaciones interpersonales y el instituto como un espacio en el que se crean relaciones, en el que se permite el ocio, la sexualidad y la experimentación. Transmite el siguiente mensaje: como adolescente tienes que vivir tu edad, tienes que experimentar y vivir tu libertad para saber lo que quieres. Pero, ¿cómo se concreta esta libertad? ¿Mostrando a los padres, tanto de clase alta como de clase baja, como opresores continuos? ¿La fiesta como único lugar de ocio y el acceso a las drogas y a la sexualidad sin freno? Me parece muy peligroso. A demás, se están representando unos prototipos de relaciones tóxicas, alejadas de la libertad y alejadas de relaciones sanas y construidas el uno con el otro.
¿Por qué dirías que ha suscitado tanto éxito y popularidad?
Porque es muy entretenida y pasan muchas cosas a la vez. Cada personaje es una historia concreta, porque representa un tema: la homosexualidad, el hiyab, la opresión, la familia musulmana, las drogas… lo peligroso es que cada tema se ha trabajado de una forma bastante estigmatizadora. No se trata de una serie que invite a deconstruir, a cuestionar, a reflexionar…
¿A qué tipo de audiencia está complaciendo?
Yo creo que sobre todo a la juventud. Dudo que esta serie la pueda ver un padre o una madre con sus hijos/as y no tenga ninguna crítica hacia ella. Y eso sin decir que sea un padre o una madre negra o mora… yo creo que todos dirían que no los dejan bien representados.
¿Qué tiene o podría decir la audiencia musulmana en relación a la serie y sobre la representación de «lo musulmán»?
Como musulmana, la serie me llamó la atención al ver que en la portada aparecía una chica con hiyab. A lo largo de los capítulos fui descubriendo los estereotipos sobre la familia musulmana, el Islam, y la religión como opresión y como se vinculaba de una forma repetida la religión con el terrorismo. Cualquier persona practicante de una religión no puede acceder a placeres de la vida, a disfrutar, a crecer, a entender, a reflexionar…
Fui descubriendo como se representaba la religión como una piedra a deconstruir, opuesta a los derechos humanos, a los valores occidentales, a las libertades. Se representaba la religión como el enemigo, y toda persona o familia practicante, como personas retrasadas que necesitan democratizarse, y los hijos/as de estas familias como pobres desgraciados que necesitan ser rescatados.
Por lo tanto, Nadia no representa a una mujer musulmana. Como chica musulmana soy capaz de pensar por mí misma y de reflexionar sobre mis acciones. No pienso que mi religión o una forma de vida concreta que no sea la occidental, esté totalmente apartada de los valores y las libertades.
La serie muestra como las opresiones se pueden vivir por la misma libertad, por parte de familias ricas, pero la sociedad no lo ve como una opresión. Lo que se ha visto y enfatizado en esta serie es que toda vida que no sea la occidental está criminalizada y no es democrática, ni tiene lo mínimo de libertad ni de integridad.
Como espectadores/as, ¿somos cómplices de la reproducción de violencias cuando pagamos por estos contenidos?
Obviamente, porque al fin y al cabo, si Élite no hubiese tenido tantas reproducciones, tanto a nivel español como alrededor del mundo, seguramente no hubiese habido una tercera temporada. El éxito que tienen las series y las películas se lo damos los espectadores/as a través de las visualizaciones, y del apoyo a plataformas que a lo mejor no representan lo que creemos que ha de consumir la sociedad.
¿Qué estrategias / herramientas existen para que los espectadores/as sean críticos/as y no acepten estos contenidos?
Hay muchas otras plataformas a las que podemos acceder, que son comunitarias y con contenido no estigmatizante. Apoyando a estas plataformas nos aseguramos, no sólo que no se reproduzca este tipo de representaciones, sino también que las compañeras de la comunidad tengan trabajo.
La serie nos demuestra, una vez más, como los personajes de ficción que representan la diversidad siguen siendo definidos por la industria cultural desde un prisma profundamente occidentalocéntrico y heteronormativo. Un nosotros vs. ellos. ¿De qué manera esto podría cambiar? ¿Qué estrategias existen para que esto no suceda? ¿Existen buenas prácticas en el mundo de la industria de las series?
Para que esto cambie, tenemos que hacer llegar la voz de que este tipo de contenido no nos representa. Si Netflix ha visto que la estigmatización de toda una cultura o religión en una serie le ha dado mucho éxito, no lo cambiará, porque el número de visualizaciones demuestra que este tipo de contenido es agradable y por eso se consume.
Por lo tanto, primero hay que informar a la gente de que sean conscientes de que este tipo de estigmatizaciones y desigualdades se están reproduciendo, y como espectadores/as, tenemos herramientas como el boicot o la denuncia para que esto cambie. ¿Cuántas veces hemos visto que surgen hashtags en Twitter denunciando alguna cosa en concreto? Obviamente las empresas no quieren pérdidas ni quieren críticas, y acaban tomando acciones para cambiarlo, porque al fin y al cabo estamos hablando de empresas multinacionales.
Si existen otras iniciativas que creemos que están haciendo un buen trabajo, tenemos que apoyarles para que puedan seguir produciendo.
Más información:
Consulta el >>vídeo<< de la actividad o el >>podcast<< colgado en la web de la Red de Radios Comunitarias de Barcelona, o la crónica a través de este >>enlace<<.
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