Hablar de la Pilarín Bayés es hablar de la ninotaire de Cataluña y la madre pedagógica de decenas de generaciones de catalanes y catalanas. Sus dibujos nos han ayudado a aprender a leer y escribir, pero también a entender el mundo.
Pilarín Bayés (Vic, 1941) es una de aquellas personas a quienes no hay que presentar. Optimista y vital de tipo, la ninotaire acaba de publicar 1000 motivos para vivir (La Galera, 2021), que conmemora su libro número 1000 y que coincide con sus ochenta años de vida. Apasionada por el dibujo desde muy pequeña, Bayés ha enseñado a leer a decenas de generaciones de niños y niñas de toda Cataluña. Sus muñecos, alegres, vivarachos, de ojos redondos y mejillas rosadas se han hecho universales. El «estilo Bayés», no buscado, según la autora, es referente de muchos y otras muchas ilustradoras y ella se alegra. «Encontrar un estilo y que se te reconozca es muy difícil, pero yo lo he encontrado de manera gratuita y estoy muy agradecida. Cuando lo consigues, lo tienes de por vida. Que más puede pedir un dibujado que la gente reconozca su obra sin mirar la firma?», nos explica por teléfono.
Dice que mantiene la vocación intacta y que sigue teniendo la ilusión del primer libro, Mi gorrión (La Galera, 1964). «Dibujar me gustó desde muy pequeña y en la hora de elegir un oficio, escogí este. Estudiaba Bellas artes y la pedagoga Marta Mata, que tenía una visión de futuro formidable, me propuso de publicar. Cuando me lo dijo no me lo podía creer; pero cuando salió el libro, me di cuenta que había quedado muy bien». En aquel momento, una época en la cual no salían demasiado libros en catalán para niños, la Pilarín tuvo por seguro que podía hacer de su afición su manera de vivir. Ahora, a sus ochenta años, celebra la vida y la profesión con la misma alegría que cuando empezó.
Toda una vida ayudando a hacer entender el mundo
No le ha costado encontrar 1000 motivos para vivir. La idea de publicar un libro, que funciona a manera de autobiografía, surgió de La Galera. «Siempre pensaba que mi vida era demasiada corriente, que no interesaba, pero La Galera me hizo esta propuesta y me puse. Al principio intentaba escribir, pero lo mío es dibujar. Encontré unos 320 motivos para vivir, pero después, retorciendo un poco los argumentos, me fueron saliendo más».
Con toda una carrera a sus hombros, PilarínBayés continúa dibujando con la ilusión del primer día y de manera metódica: con las olas de la radio o las imágenes de la televisión que, asegura, le hacen mucha compañía. Mira las nuevas generaciones de ninotaires con esperanza y alegría: «tienen muchas ideas y hay muy buen plantel, estoy muy contenta». Orgullosa del trabajo muy hecho y consciente que ha marcado generaciones de niños en todo Cataluña, la dibujante de risa encomanadís mujer gracias por una vida llena y mira el futuro con ganas: «todavía me quedan muchas cosas para dibujar».
Sus libros, la gran mayoría con fines pedagógicas, han ayudado a hacer entender el mundo a grandes y pequeños. En esta misión, los y las maestras catalanas han tenido un papel fundamental. «Con los maestros he tenido mucha relación, como se puede imaginar. He trabajado muchísimo en las escuelas, de manera conjunta y; la gran mayoría de cuentos míos los han escrito maestros. Muchas veces me han preguntado si lo era, pero no, he ejercido muy poco porque soy demasiado anárquica», asegura entre risas. Tiene confianza en las escuelas y el sistema educativo: «los y las maestras son gente muy preparada y muy buena. Un golpe en Francia me dijeron que el nivel del profesorado en Cataluña era muy bueno. Yo ya lo sabía».