El aumento de la esperanza de vida, los cambios en las pautas reproductivas y la evolución de la estructura familiar han incrementado la demanda de cuidados en nuestro país, y habrá que darle respuesta. Son necesarias políticas públicas orientadas a crear una nueva economía y una nueva ética de los cuidados, y un entorno social, cultural y urbanístico orientado a facilitarlos. El dosier “La ciutat de les cures” del número 122 de la revista Barcelona Metròpolis recoge propuestas en este sentido para superar la crisis de los cuidados e impulsar una ciudad que priorice la vida.
Durante mucho tiempo, las tareas que sostienen la vida han recaído sobre las familias y particularmente sobre las mujeres. Y ahora, cada vez más, recaen sobre trabajadoras del hogar, muchas de las cuales son inmigrantes, en muchos casos obligadas a ejercer en condiciones precarias e, incluso, de economía sumergida. La crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la gran fragilidad de nuestro sistema de atención a la dependencia.
El dosier del número 122 de Barcelona Metròpolis, titulado “La ciutat de les cures” (La ciudad de los cuidados), recopila, por un lado, todas las cifras y los cambios que ha experimentado la pirámide demográfica y que confirman que nos encontramos ante una crisis de los cuidados, o de una revolución, según cómo se mire, que nos empuja a buscar alternativas para atender las necesidades de la población en las sucesivas etapas vitales.
Lourdes Beneria abre el dosier y explica que los cuidados han existido siempre como trabajo fundamental de las mujeres, un trabajo que ha retrasado o dificultado el acceso al mercado laboral, y la pandemia lo ha hecho más evidente. La ética de los cuidados y la justicia social son los temas que abordan Victòria Camps y Marian Barnes, respectivamente. Ambas constatan que los cuidados son tanto un derecho como un deber, que implican a las personas que los dan y a las que los reciben, y que hay que plantearlos desde las políticas públicas y desde la justicia.
La baja natalidad y la alta supervivencia condicionan el envejecimiento de la población. Este cambio en la demografía pasa de ser analizado como una crisis demográfica a ser considerado una revolución reproductiva. Esta es la visión de Raquel Martínez Buján, que explica todo lo que podemos aprender para replantear el modelo de los cuidados. Dolors Comas d’Argemir también complementa el artículo anterior dando las razones por las cuales, a su entender, es necesario cambiar el modelo de atención a la dependencia.
Cierran el dosier tres artículos que explican tres propuestas concretas: Blanca Valdivia, desde el urbanismo, explica cómo transformar el espacio para priorizar la vida; Lluís Torrens explica el proyecto municipal VilaVeïna, que nace para construir entornos en que los cuidados no se vivan en soledad, sino en comunidad, y Laura Peracaula Basagaña y Tomàs Llompart i Coll, codirectores de Suara Cooperativa, apuestan por la economía social, que prioriza las personas por encima del capital.
En definitiva, “cuidar debe ser una responsabilidad de todos”, como apunta Milagros Pérez Oliva, directora de Barcelona Metròpolis, en su editorial.
Vida, trabajos y salud
“La mayoría de arquitectos no somos élite ni cómplices de la especulación.” Son palabras de Carme Pinós, una arquitecta que ha abierto camino y que compartió su primera etapa profesional con el también arquitecto Enric Miralles. Fundó su propio estudio en 1991, cuando las mujeres eran la excepción dentro de la arquitectura. Núria Moliner entrevista a Carme Pinós ahora que acaba de recibir el Premio Nacional de Arquitectura 2021, y siguen interesándole todas las escalas, porque la arquitectura está en todas partes y hace ciudad. Y, sobre todo, como dice ella, porque la arquitectura “no es trabajo, es vivir”. La otra entrevista del número 122 de Barcelona Metròpolis la encontramos en el pliego de cultura. Oriol Puig Taulé ha hablado con la dramaturga, directora y psicóloga Clàudia Cedó, que crea historias con rigor y compromiso, como Síndrome de gel, que acaba de estrenar en el Teatre Lliure.
En la sección “Visions urbanes”, el artículo “Arts digitals a Barcelona: la gran embranzida” es un amplio reportaje de Anna Pérez Martí que presenta el buen momento que viven los estudios barceloneses de creación audiovisual. Por otro lado, los datos recogidos en la sección “Barcelona en dades”, bajo el título “La salut més enllà de la covid-19”, ponen de manifiesto que queda mucho trabajo pendiente para recuperar la capacidad del sistema sanitario. Cerramos el número con el relato El miracle, que esta vez firma Melcior Comes.
El sector editorial vive un momento esperanzador, ya que la pandemia ha sido un momento de recuperación de las ventas en el mundo del libro. Pero también se abren interrogantes sobre los nuevos hábitos de los lectores y lectoras. Por eso, el debate de cultura quiere responder la pregunta “¿Hacia dónde va el mercado editorial?”.
En las páginas de cultura también encontraréis la reseña del libro Un trajecte pels feminismes fílmics, de Marta Selva y Anna Solà, fundadoras de la Muestra Internacional de Filmes de Mujeres de Barcelona, que celebra sus 30 años.
En cuanto a la parte más visual de la revista, Maria Contreras Coll muestra su reportaje fotográfico ‘Dones que trenquen barreres’, un recorrido por muchos de los trabajos que ha documentado por todo el mundo para dar visibilidad a las mujeres y sus derechos. La portada y las ilustraciones son obra de la artista Margarita Castaño.