Desde el inicio de la pandemia, los centros de servicios sociales de Barcelona han atendido a un 22 % más de personas usuarias, y en casi uno de cada tres casos se trata de nuevas atenciones. Para paliar la sobrecarga a la que han sido sometidas las personas que trabajan en servicios sociales, se ampliará la plantilla con 100 profesionales en los 40 centros de la ciudad y en los 13 equipos de atención a la infancia.
El refuerzo es fruto del acuerdo del Consistorio y el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, según el cual la Generalitat de Catalunya incorpora una adenda económica de 5,4 millones de euros al contrato programa para servicios sociales en Barcelona. Con el contrato programa, la Generalitat financia el 66 % del coste de los y las profesionales de los equipos básicos de servicios sociales.
El centenar de nuevos profesionales que se incorporarán a los servicios sociales de la ciudad durante el año 2021 incluirá perfiles diferentes, como personal administrativo, de trabajo social, de psicología y de educación social, y se distribuirán según las necesidades y demandas de cada servicio.
Un servicio esencial para hacer frente a la crisis de la COVID-19
La irrupción de la COVID-19 ha comportado una crisis económica, social y de salud mental que ha afectado a muchas familias, con una mayor incidencia en las que ya partían de una situación de vulnerabilidad. La atención primaria de servicios sociales ha visto incrementar la actividad, con un 22 % de personas atendidas y un 56 % más de atenciones. Además, casi un tercio de las personas atendidas nunca habían acudido a servicios sociales o hacía más de un año que no requerían sus servicios.
Esta sobrecarga se ha asumido incluso con una disminución del tiempo medio de espera para una primera atención, que ha pasado de los 18,18 días de antes de la pandemia a los 10,71 días actuales.