El pasado 20 de julio se colocó un nuevo atril de memoria que recuerda a las Trece Rosas, las jóvenes fusiladas por el régimen franquista a Madrid, el 5 de agosto de 1939. La inauguración contó, entre otros, con la participación de regidora de memoria democrática, Raquel Gil, y el regidor presidente del distrito Marc Serra Solé. También participaron miembros de la Asociación de Vecinos Eduard Aunós y el presidente de la Asociación Catalana de Ex-presos Políticos del Franquismo, Carles Vallejo. La presentación ha coincidido con los actos de la fiesta Mayor de Eduard Aunós y la inauguración del parque de las Trece Rosas de la Marina del Prat Vermell. Este parque, ubicado donde se levantaban parte de las antiguas casas baratas del barrio, cuenta con 21.000 m² y es la pieza central alrededor de la cual se está urbanizando todo el nuevo barrio de la Marina del Prat Vermell.
El atril explica quién eran las Trece Rosas, un grupo de chicas jóvenes, algunas de ellas miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), fusiladas por el régimen franquista a Madrid, el 5 de agosto de 1939, al poco del fin de la Guerra Civil española. También conocidas como “Las Menores”, su asesinato pervivió en la memoria de las compañeras de presidio. Este recuerdo permitió reconstruir su historia, puesto que no había ningún registro de los fusilamientos en la prisión madrileña durante aquellos años.
Para el régimen franquista, la ejecución de Las Trece Rosas fue una venganza y una advertencia hacia quien osara enfrentarse a las nuevas autoridades. Se asesinaba un grupo de trece jóvenes trabajadoras, militantes de la principal organización comunista, pero también una nueva feminidad que representaba un futuro diferente al que quería la dictadura.
Con la colocación de este atril el Ayuntamiento de Barcelona ha querido honorar la memoria de estas jóvenes antifascistas que murieron ejecutadas al poco del final de la guerra civil. El nombre del Parque de las Trece Rosas fue propuesto por la asociación Memorial Democrático de Trabajadores de la SEAT, y lo eligió el vecindario a través de una consulta ciudadana.