En honor al Día Internacional de las Mujeres, Eurocities, una red internacional que trabaja para garantizar la buena calidad de vida para todo el mundo, entrevistó a cuatro mujeres implicadas en la política y las acciones sociales a nivel local. Entre ellas, a Vanessa Fuentes y Marta Delgadillo del Consejo Rector del IMPD.
Os traducimos la intervención de la Vanessa Fuentes Heredero y Marta Delgadillo Fernández, miembros del Consejo Rector del Instituto Municipal de Personas con Discapacidad.
Podéis consular todas las entrevistas en inglés.
Traducción de las entrevistas
El Consejo Rector del IMPD es el órgano de gobierno del Instituto Municipal de Personas con discapacidad formado por diez políticos y diez personas electas con discapacidad. Dado que desde las últimas elecciones de junio, todos los miembros de los Consejo Rector son mujeres, la visión de género se ha convertido en una prioridad y uno de los ejes centrales, impulsando proyectos y actuaciones enfocadas a reducir la desigualdad imperante en la raíz social en todos los ámbitos de la vida.
Vanessa y Marta son dos de estas mujeres. Trabajan para visibilizar y sensibilizar sobre el estigma, la brecha y las desigualdades que genera la doble discriminación.
Vanessa Fuentes decidió ser miembro del Consejo para «defender los derechos de las personas con discapacidad física, especialmente con parálisis cerebral, infrarrepresentadas en la vida política, y para contribuir a mejorar nuestra calidad de vida”. Vanessa menciona que las mujeres con discapacidad también se enfrentan a retos en el ámbito de la salud, la asistencia, la vivienda, el empleo y límites educativos que requieren ayuda específica para la participación. Explica, también, que la discriminación laboral implica retos económicos.
Después de luchar por acabar la educación superior y obtener una formación complementaria, Vanessa explica, de las empresas, que a la hora de contratarla le dicen que está «demasiado calificada por su grado de discapacidad». «La poca información sobre la discapacidad fomenta no pertenecer en el mismo vagón social», concluye. Para luchar contra la discriminación, Vanessa apela al poder de la participación y del diálogo universales, que junto con iniciativas singulares pueden ser la clave para mejorar la inclusión en todos los ámbitos.
Marta Delgadillo habla desde el Consejo Rector, para las personas con discapacidad psicosocial. «Nosotras, las mujeres, que hemos vivido procesos de psiquiatralitzación, también nombradas locas o maníacas, estamos demasiado a menudo expuestas a violaciones de los derechos humanos», dice.
Marta Delgadillo es vocal de la mesa de discapacidad del Ayuntamiento de Barcelona. Marta explica que las diferentes formas de discriminación de estas mujeres “son invisibles, inscritas en nuestras leyes y muy arraigadas a nuestras instituciones. El estigma social forma parte de esta trama», dice. Marta se sumó a los procesos de toma de decisiones locales, para luchar contra esta desigualdad, no sólo las políticas pueden ser discriminatorias, sino también el lenguaje utilizado en política. «Se han banalizado y se han hecho mal uso de muchos conceptos, como ‘esta ciudad es bipolar’ o ‘práctica política esquizofrénica’, o un líder que hace la guerra ‘está loco'», explica Marta. Estas afirmaciones consignan “una malicia inexplicable a la experiencia de la locura, que no tiene nada que ver», dice.
Como mujer de referencia en la idea de inclusión, menciona a Hannah Arendt para promover la participación y la interacción como personas iguales y, al mismo tiempo, diferentes. Según Arendt, nadie puede ser feliz sin participar en la felicidad pública como iguales en el mismo espacio compartido. Delgadillo anima a otras mujeres a que “salgan a la calle, a manifestaciones pacíficas, a que participen en una asociación, a asistir a asambleas. En definitiva, a reunirse con gente con quien puedan hablar del bien común”, concluye.