La madrugada del 6 de octubre de 1991, un grupo de neonazis apalearon a Sonia y Doris Romero mientras dormían en el parque de la Ciutadella. Las dos mujeres transexuales vivían en la calle y se refugiaban en el parque para pasar la noche cuando fueron objeto de una agresión brutal que acabó con la vida de Sonia, mientras que Doris resultó gravemente herida. Su asesinato generó un fuerte debate social sobre la situación de discriminación y violencia que sufrían las personas transexuales. Sonia llegó con 16 años a Barcelona, en el año 1961, y se adentró en el mundo artístico del Paral·lel. En el Teatre Arnau alcanzó mucha fama como vedete, pero, con la crisis de los espectáculos de variedades, se vio obligada a vivir y trabajar en la calle. Su memoria continúa viva en una ciudad que se mantiene en lucha por los derechos de las personas LGTBI. En el 2013, para recordar su historia, se instaló una placa en la glorieta del parque de la Ciutadella donde fue asesinada, y que oficialmente se llama plaza de Sonia Rescalvo Zafra.
La madrugada del 6 de octubre de 1991 fue asesinada por un grupo de ideología neonazi por su condición de mujer transexual, lo que impulsó un fuerte debate social. Una placa la recuerda en el parque de la Ciutadella.