Conversamos con la docente y directora de la Escuela Municipal de Música Sant Andreu-Mestre Pich Santasusana en este inicio de curso, que comenzó el 25 de septiembre, marcado por la nueva ubicación: el centro educativo se encuentra ahora en el Recinto de Fabra y Coats. A la conversación se suma Núria Jené, coordinadora de las escuelas municipales de música de Barcelona.
La entrevista tiene lugar en la escuela, situada en la nave central del recinto, que se ha adecuado para acoger nuevos equipamientos, en un proceso que se inició en 2021 con la aprobación del proyecto ejecutivo.
La primera pregunta es obligada: ¿qué supone el cambio de sede?
Principalmente, significa desarrollar nuestra labor en un espacio emblemático, con elementos patrimoniales y diseñado para ser una escuela de música. La ubicación anterior, en la calle Segadors, aunque la habíamos ido adaptando a las necesidades, había quedado obsoleta y no nos permitía crecer más.
Hay que tener en cuenta que durante los últimos años hemos tenido un gran crecimiento en cuanto al número de alumnos. Hoy, los alumnos inscritos en estudios de largo recorrido son más de seiscientos. Aparte, la escuela ofrece cursos de duración trimestral o anual, en los que se inscribirán alrededor de cien personas más.
También supone muchas mejoras técnicas, por supuesto. Existe un mejor aislamiento acústico y una infraestructura con las últimas innovaciones y tecnologías y, sobre todo, está pensada para hacer música. Todo ello hace que se dignifiquen los procesos de aprendizaje de los alumnos y alumnas. También nos ha permitido ampliar la oferta educativa, por ejemplo, ampliando el itinerario de teatro musical con más recursos y espacios.
Uno de los espacios que más llama la atención es el auditorio, el espacio más grande de la escuela con diferencia.
Sí, es donde hacemos las clases de las agrupaciones más numerosas del centro, con la previsión de seguir haciendo, además, los ciento veinte conciertos que cada curso programamos con nuestro alumnado. En la línea de mejora que comentaba antes, hasta ahora teníamos que utilizar el Espai Bota de este mismo recinto, o centros cívicos u otros equipamientos municipales, por las limitaciones de aforo que teníamos en el antiguo edificio.
Ahora podemos hacerlo todo en un mismo espacio. Poder disponer de más aforo nos permitirá también poder incrementar la difusión de las muchas actividades que llevamos a cabo durante el curso y que siempre están abiertas a toda la ciudadanía.
¿El cambio de sede también le ayuda a consolidar los objetivos?
El proyecto de la escuela, que el pasado año, junto con las otras cuatro escuelas municipales de música de Barcelona, celebró su treinta aniversario, está muy consolidado. Cambiar la sede de la escuela significa continuar este proyecto de educación musical con el mismo equipo profesional y con la misma dedicación e implicación, pero ahora, además, en un espacio extraordinario que nos permitirá trabajar con mucha más comodidad y que ofrece excelentes recursos para toda la comunidad educativa.
La Escuela Municipal de Música Sant Andreu-Mestre Pich Santasusana ofrece música para todos, con diferentes intereses y dedicaciones, pero prestando siempre una formación de calidad. Y, como siempre, para todas las edades. El rango de edad de nuestro alumnado es muy amplio: tenemos desde bebés hasta personas mayores de noventa años. Todo contacto con la música siempre es positivo para todos, se tenga la edad que se tenga.
La nueva ubicación significa también compartir un espacio en el que se ubican otras entidades. En otra entrevista decía: “que las cosas ocurran dentro de las paredes de las escuelas no tiene sentido; o tiene un sentido muy limitado”.
Nuestra voluntad siempre ha sido llegar a todo el mundo, y por eso hace muchos años que acercamos la música de nuestro alumnado a hogares de ancianos, a escuelas de régimen general, a guarderías, a escuelas de otras disciplinas artísticas, a centros cívicos, en otros equipamientos…, aprovechando sinergias y realizando proyectos comunes con entes culturales del barrio, del distrito y de la ciudad. Es lo que dota de significado a la escuela y lo que la conecta con el entorno.
También, desde hace años, llevamos a cabo proyectos con los centros educativos del distrito, y nos hace felices pensar que ahora ellos también podrán disfrutar de este magnífico espacio.
Y, por último, ¿qué diría a un padre o a una madre que dude en inscribir a su hijo o hija en la escuela, o a una persona joven o adulta que se lo plantee?
Como músico y pedagoga, les diría que apuesten por recibir educación musical, por el impacto que tendrá en su educación emocional y en su desarrollo intelectual.
Por otra parte, si se acercan a la Escuela Municipal de Música Sant Andreu-Mestre Pich Santasusana, encontrarán un equipo humano entusiasta y de alto nivel profesional que les acercará al disfrute musical, y ahora, además, en un equipamiento que es un orgullo para la ciudad de Barcelona.