En el marco del Año Internacional de la Familia se establecieron ocho valores centrales sobre los que giraron los mensajes y las acciones programadas a través de diferentes vídeos.
Estos valores centrales fueron:
El diálogo
Escuchar atentamente a los otros y hacernos entender por los demás. Es el camino para llegar a acuerdos, solucionar problemas y manifestar las emociones. El diálogo es la base de la convivencia.
La corresponsabilidad
Compartimos con igualdad y equilibrio las responsabilidades con aquellos que queremos. Todo el mundo tiene un papel a jugar y un compromiso con la sociedad.
La cooperación y la solidaridad
Con el trabajo compartido y la ayuda mutua conseguimos los objetivos comunes. Más allá de nuestras preocupaciones e intereses personales colaboramos con los otros. La sociedad se va trenzando con nudos de empatía, esfuerzo y trabajo compartido.
La confianza
Queremos sentirnos capaces ante las nuevas situaciones, La seguridad y el apoyo que los otros depositan en nosotros nos hacen avanzar
El aprendizaje y la educación
Poco a poco la asimilación de las vivencias y experiencias compartidas con los que queremos nos motivan y nos ayudan a crecer como personas. La educación es recíproca: implica un intercambio de experiencias. Una parte de nuestra manera de pensar, sentir y actuar es fruto de generaciones anteriores y con las experiencias propias las enriquecemos y transmiten.
El cuidado
Los lazos afectivos que fomentamos en nuestro ámbito familiar nos llevan a prestar atención e interés por los otros. Así construimos una sociedad inclusiva a la vez que prospera.