Los desahucios desde la mirada de los niños y cómo acompañarlos
Mié, 21/09/2022 - 11:38
Los Servicios Sociales, junto con entidades y vecinos de Ciutat Meridiana y del Raval, han elaborado un protocolo para acompañar a los niños y los adolescentes que son desahuciados. El objetivo es ayudarlos a reducir el impacto emocional que supone esta situación desde el trabajo en red y la acción comunitaria.
La iniciativa nació a finales del 2018 en el marco de la Mesa de Salud Mental Zona Norte, cuando un grupo de vecinas y vecinos mostraron preocupación por el malestar que los procesos de desahucio generaban a las familias del territorio. Una situación que también se detectó en el Raval sud, dos de las zonas con más desahucios de Barcelona.
Eso dio lugar a meses de trabajo y encuentros con entidades sociales como el Colectivo Sísifo y la Asociación Ubuntu, familias que han sufrido desahucios, asociaciones vecinales y profesionales de los servicios sociales y la comunidad educativa. Y de aquí salió una guía de buenas prácticas para minimizar el impacto emocional en niños, jóvenes y adolescentes que viven este proceso.
Este protocolo, que se quiere extender a toda la ciudad, prevé un trabajo, tanto individual como familiar y comunitario, que empieza antes del desahucio, identificando a las familias que lo pueden sufrir, y acciones tanto durante el día que se produce el lanzamiento como después.
Y complementa el trabajo que se desarrolla desde el Consistorio contra la emergencia habitacional, como la Unidad Antidesahucios, que el año pasado atendió a 2.267 familias, o la inversión de casi 26 millones de euros para ayudar a paliar situaciones de falta de vivienda o de riesgo de perderlo.
“Stop desahucios”, la canción que da voz a los niños
Fruto de este trabajo en red y comunitario, el grupo musical Xiula ha compuesto una canción que refleja como los niños y niñas viven un desahucio. Además, han grabado un videoclip con alumnado de Ciutat Meridiana y del Raval.
Durante el 2021 se atendieron a 5.937 personas por riesgo de desahucio. Una de cada tres era menor de edad.