Lituania rinde homenaje a dos aviadores muy conocidos, muertos en un desgraciado accidente cuando intentaban completar el primer vuelo transatlántico.
Avión estrellado y alegoría de la muerte, Lituania, 1934. Colección Ramon Marull
Todos los sellos narran muchas historias a la vez.
Un ejemplo de la diversidad de relatos que caben dentro de una etiqueta tan pequeña es este nuevo “singular”. Habla, en primer lugar, de Lituania, el país báltico que en 1918 se establece como república democrática independiente del Imperio ruso. Así fue hasta 1940, cuando el estallido de la Segunda Guerra Mundial trastornó la historia y la geografía política del mundo.
Entre 1918 y 1940, Lituania fue un país de pleno derecho dotado de los elementos propios de un estado, incluida una hacienda pública, una moneda propia –la litas–, unas comunicaciones, transporte y, también, de un sistema de correos postal nacional. Una normalidad completa, con una única excepción: la situación de su capital, Vilna, que durante buena parte del tiempo que duró la independencia del país, estuvo en manos de la administración polaca; la capital de facto fue la segunda gran ciudad del estado, Kaunas.
El segundo plano de lectura del sello tiene relación con la creación de los mitos patrios: Lituania, que no recuperó su independencia hasta 1990, también tuvo su propio panteón de héroes nacionales, respetados y ensalzados por todo el país. Figuran en un lugar destacado las personalidades de Steponas Darius y Stasys Girenas, dos pilotos lituano-americanos, protagonistas de una de las primeras tentativas históricas de la aviación: realizar el primer vuelo entre Nueva York y Kaunas, más de 6.411 km , sin escalas, una hazaña que admiró el país y el mundo.
Ambos pilotos nacieron en la Lituania rusa y ambos emigraron a Estados Unidos en busca de una nueva vida y de un futuro mejor. Con vidas paralelas, ambos se alistaron en las fuerzas armadas estadounidenses; el primero se instruyó como piloto; el segundo, como mecánico
Darius volvió a Lituania en 1920 e ingresó en las fuerzas armadas del país, donde finalizó la formación de piloto. Además de aviador, fue un gran deportista que promovió la construcción del gran estadio de Kaunas (que hoy lleva el nombre de los dos aviadores). Se le considera el introductor en el país del baloncesto, del béisbol, del boxeo, del hockey sobre hielo y del atletismo. Siete años después volvió a Estados Unidos, a Chicago, donde trabajó como piloto de aviación civil.
De regreso a la vida civil, Stasys Girenas trabajó como taxista en Chicago, mientras aprendía a volar; compró su primera avioneta en 1925 e inició su carrera como piloto de aviación civil en los Estados Unidos.
El avión, bautizado con el nombre de Lituanica, fue adquirido por los pilotos en 1932 y remodelado completamente para adaptarlo a las necesidades de un vuelo transatlántico. Salió de Nueva York el julio de 1933 y, después de atravesar el Atlántico, el mal tiempo en Irlanda hizo desviar el avión, que cayó cerca de la antigua ciudad de Soldin, en Alemania (actual Pszczelnik, Polonia). Los dos pilotos murieron en el acto. Sólo faltaban 650 km para llegar al destino final de Kaunas. Las causas del accidente se desconocen, pero todo apunta a problemas mecánicos combinados con unas condiciones climatológicas adversas.
La muerte de Darius y Girenas causó una gran conmoción en el país, se declararon unos días de luto nacional y su entierro fue un acto de multitudinaria aflicción.
Para recordar a las figuras y su heroicidad, en 1934, Correos editó varios sellos, de los que la colección Marull conserva varios de diferente composición y valor, pero todos conmemorando a los dos pilotos.
La tercera aproximación al sello la constituye su formalización. En efecto, se realizó en la forma decorativa denominada déco, un estilo surgido de la fascinación por la modernidad, el futurismo, el cubismo, las líneas aerodinámicas, los rascacielos, los aviones y trenes, etc. Este estilo tuvo un gran éxito en la concepción de sellos durante los años veinte y treinta del siglo pasado. La tipografía nítida conmemora a los héroes recordados (DIDVYRIAMS ATMINTI), indica el valor del sello (1 LITA) y el tipo de emisión, destinado al correo aéreo (ORO PASTAS). Enmarca la representación del ángel de la muerte, vestido de negro, con las alas desplegadas y la túnica que cae rectilínea; a los pies, los fragmentos geométricos del avión estrellado.
Así pues, este sello, además de la lectura estrictamente filatélica, contiene al menos otras tres: la historia de un país, la de unos héroes queridos y la influencia en sus productos gráficos de un movimiento artístico plenamente moderno.