Poeta, novelista y crítico, Aleksandr Pushkin (Moscú, 1799 - San Petersburgo, 1837) está considerado como el mejor poeta ruso de todos los tiempos y el padre de la literatura rusa moderna.
Aleksandr Serguéyevich Pushkin, Unión Soviética, 1937. Colección Ramon Marull
Poeta, novelista y crítico, Aleksandr Pushkin (Moscú, 1799 – Peterburg, 1837) es uno de los pilares fundamentales sobre los que se estructura la cultura moderna de su país. Está considerado como el mejor poeta ruso de todos los tiempos y el padre de la literatura rusa moderna. Fue un autor polifacético, de gran fuerza y optimismo, que comprendió los múltiples aspectos del carácter de su pueblo.
Para la literatura rusa Pushkin creó un estilo que participaba del drama, el romance y la sátira y que influyó de forma esencial en las posteriores figuras literarias de Rusia, como Nikolái Gógol, Fiódor Dostoyevski, León Tolstói o Fiódor Tiútchev, así como en los compositores rusos Piotr Tchaikovsky y Modest Músorgski.
A pesar de tener unos discípulos tan famosos, sus creaciones no son tan reconocidas fuera de su país natal, debido sobre todo a la dificultad para traducirlas a otros idiomas.
Su obra más conocida es Eugene Onegin, una historia de amor situada en un entorno realista y contemporáneo que está considerada como la primera de las grandes novelas en lengua rusa, aunque está escrita en verso.
El drama histórico Boris Godunov gozó de especial aceptación entre el público mayoritario. Se explica la vida de este gobernante que llegó a ser zar a finales del siglo XVI. Entre las numerosas interpretaciones que se han hecho, cabe destacar la producción que hizo Serguéi Diáguilev en 1908 en la Ópera de París. El padre de los ballets rusos inició una carrera profesional brillante a partir de esta puesta en escena.
Otra pieza destacada es el poema Ruslán y Liudmila, basado en los cuentos populares rusos que había escuchado en su infancia. Una ópera con el mismo nombre en ese libro fue compuesta por Mijaíl Glinka.
Su biografía podría ser la de uno de sus personajes románticos. Descendiente de una familia noble, fue un hombre controvertido, amado por el pueblo, pero a la vez perseguido por sus ideas. Su vida fue intensa, con episodios donde cabían las aventuras amorosas, los celos, la defensa de la libertad, las fugas y las desgracias. Y fue así hasta su muerte, derivada de las heridas sufridas en un duelo, para defender el honor de su esposa.
Actualmente, Rusia lo recuerda a través de monumentos, series filatélicas y también dando nombre al Museo de Bellas Artes de Moscú.