La representación de los jefes de estado en los sellos se convierte en una constante a lo largo de la historia postal moderna. Los sellos de luto son un gran reconocimiento a su figura y a su papel clave dentro...
Vladímir Ilich Lenin. Colección Ramon Marull
Este es un sello de luto emitido en 1924 con motivo de la muerte del político comunista ruso y primer presidente de la Unión Soviética. Vladímir Ilich Lenin, más conocido por el apodo de Lenin.
Tradicionalmente, las ilustraciones o viñetas de la gran mayoría de emisiones filatélicas antiguas se pueden clasificar en tres temáticas diferentes: la imagen del jefe de estado, el escudo o el símbolo del gobierno.
La ilustración de un sello con la efigie de un mandatario de estado es un tema recurrente desde los inicios del correo postal. Ya el primer sello de la historia postal moderna fue un retrato de la reina Victoria. En Gran Bretaña, en 1839, se convocó un concurso para elegir el mejor boceto para reproducir el primer sello, lo que posteriormente sería conocido como Penny Black. Uno de los participantes, Benjamin Cheverton, sugirió que había que representar un rostro humano ya que, según él, resultaría más sencillo detectar posibles falsificaciones debidas a cambios en los rasgos fisonómicos. Esta idea sería bien acogida en general y, finalmente, Rowland Hill representaría a la reina Victoria tal como era en aquel momento, una joven de dieciocho años.
Volvamos a la figura histórica presentada en el ejemplar que nos ocupa: Vladímir Ilich Lenin (1870-1924), Lenin. Fue abogado, teórico del marxismo y el fundador de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Exiliado numerosas veces debido a sus ideas y acciones revolucionarias, llegó a ser el líder de la facción bolchevique del Partido Socialdemócrata, más tarde serían conocidos como comunistas. Durante la Primera Guerra Mundial, desde el exilio en Suiza, lideró un movimiento para intentar que los socialistas, a escala mundial, se posicionaran en contra de la guerra y se levantaran para derribar los gobiernos existentes. Más adelante, pudo volver a Rusia después de la primera revolución, y llegó a liderar el soviet de Petrogrado. Convenció a la gente de su partido de que había una segunda revolución que llevaría al poder a los bolcheviques. Desde entonces y hasta su muerte, encabezó el gobierno revolucionario como presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo. Murió con cincuenta y cuatro años como consecuencia de las secuelas provocadas por un grave atentado que había sufrido tiempo atrás, y también por un exceso de trabajo.
Es una de las figuras más importantes de la historia contemporánea, su imagen se ha representado en multitud de ocasiones y formatos: pinturas, carteles, premios, medallas. Evidentemente, también tiene una gran presencia en la filatelia, sobre todo durante el período histórico de vigencia de la Unión Soviética. Este sello presenta la imagen más icónica de Lenin: el retrato de un hombre adulto de mirada sosegada, pensativa, que supera la barrera de los cuarenta años, con su característica barbilla recortada. La representación corresponde a un diseño hecho por el artista Iván Dubásov (1897-1988).
El ejemplar forma parte de una serie de sellos de luto emitidos en conmemoración de la muerte del líder de la Unión Soviética. Existen cuatro valores distintos. Esta categoría filatélica se utiliza para homenajear la muerte de algún personaje importante o bien para rememorar algún acontecimiento doloroso. Esta tipología suele presentarse con un marco negro que enmarca el personaje central, para resaltar el carácter funerario.
Dentro de la colección Marull encontramos otros ejemplares que presentan una imagen de Lenin muy diferente de la que aquí se muestra. Se trata de una serie de sellos de cuatro ejemplares que presentan el rostro del personaje en diferentes etapas de su vida. Esta serie tan curiosa se emitió en los años 1933-1934 para conmemorar el décimo aniversario de su muerte.