No tenemos acceso a una alimentación saludable
Javier Guzmán tiene 44 años, nació en Madrid y vive en Barcelona desde el 2002. Ha pasado media vida en un pueblo pequeño y tiene una relación especial con la agricultura y las viñas.
¿Cuál es tu trayectoria profesional?
Estudié Ciencias Políticas y Sociología. He trabajado para la Cruz Roja, en Oxfam y hace 9 años que soy director de Justicia Alimentaria.
¿En general, comemos bien en Cataluña?
No, comemos muy mal, pero tristemente nos pensamos que comemos bien. Además, los medios de comunicación fomentan esta idea, pero el 70% de lo que consumimos es alimentación procesada o ultra procesada, muy relacionada con las enfermedades y la salud. La dieta mediterránea en la vida diaria es un mito.
Un alimento procesado es el 90% que encuentras en un supermercado, son todos aquellos alimentos que no son frescos.
¿Qué papel juega en nuestra salud el no comer bien?
La mala alimentación es el primer problema de salud pública a nivel mundial y catalán. Comemos mucho azúcar, mucha sal, mucha grasa, por encima de las recomendaciones de la OMS y la consecuencia son que el 55% de las enfermedades cardiovasculares provienen de la alimentación, así como el 35% de la diabetis tipo 2 que sigue aumentando. Además, hay varios cánceres vinculados al aparato digestivo que también tienen que ver con la mala alimentación.
La obesidad, en muchos casos, también deriva de la mala alimentación. Actualmente estamos sufriendo una epidemia de obesidad en los países occidentales: más del 50% de la población adulta tiene problemas de obesidad y más de un 40% de la población infantil también.
"La obesidad no es una decisión individual sino que es una consecuencia social, política y del sector alimentario."
¿Sabemos lo que comemos? ¿Entendemos las etiquetas?
El etiquetado en el Estado Español no está claro, casi el 70% de la población no entendemos las etiquetas. Desde Justicia Alimentaria (JA) pedimos estrategias que puedan influir en la decisión de compra como las que se aplican en otros países en cuestión de etiquetado como Francia o Chile, por ejemplo el método del Semáforo: según la cantidad de azúcar, sal o grasa se etiqueta el producto con color verde, ambar o rojo. En Cataluña tenemos esta información mucho más escondida.
¿Qué papel juega la publicidad a la hora de escoger lo que comemos?
La publicidad utiliza reclamos vinculados con la salud. Comunican productos sanos, caseros, artesanos, cero, light... pero no hay una regulación específica para controlar si aquello que se dice es verdad.
¿Cada vez la alimentación sana, de proximidad y ecológica está más presente en los supermercados y tiendas, pero todo el mundo tiene acceso?
Hay un problema grave de acceso a la alimentación sana. El 44% de la población en Cataluña no se puede pagar un menú sano. Además, la alimentación local y ecológica es un 35% más cara que la alimentación convencional.
Hasta ahora, un alimento ecológico era sinónimo de saludable, pero hay muchos de éstos que son procesados y entonces son igualmente insanos. Una vez los alimentos ecológicos han entrado en los grandes mercados han perdido, en muchos casos, su naturaleza.
¿Qué medidas hay que tomar para garantizar una alimentación saludable para todo el mundo?
Se tendría que definir una política alimentaria que regulara la publicidad alimentaria infantil. Esta medida tiene un coste muy bajo y puede tener gran eficacia, en cambio, lo que está haciendo la administración es subvencionar tratamientos de obesidad infantil. Nos estamos gastando mucho dinero en medidas paliativas cuando podríamos hacer políticas preventivas.
Otra medida muy importante es regular la alimentación insana mediante medidas fiscales (impuestos). El impuesto al azúcar ha tenido un resultado muy positivo, se ha reducido casi un 25% pero se tiene que ir mucho más allá. Se tienen que grabar todos aquellos productos que tengan perfiles insanos y después, para todos aquellos productos sanos, ecológicos y locales, se puede hacer una política diferenciada como es el IVA cero.
¿Qué está haciendo Barcelona al respecto? ¿Actúa igual en todos los barrios? ¿Vosotros tenéis alguna propuesta?
El gobierno municipal actual (Ada Colau) ha abierto el debate sobre cuál tiene que ser la alimentación de la ciudad y ha promovido la participación de diferentes actores, pero falta concreción. Hace falta urgentemente un plan de compra pública de alimentación ecológica y local a todos aquellos equipamientos que sean de titularidad municipal. Otra medida es la de dar apoyo en el proceso de distribución en las tiendas de barrio, una manera de hacerlo es creando pequeños almacenes donde las tiendas de barrio se puedan conectar con los campesinos y el territorio. Hace falta inversión pública en infraestructuras alimentarias de distribución que sean accesibles.
Los medios de comunicación pública también pueden contribuir a un modelo de alimentación sana prohibiendo la publicidad de productos insanos, o los patrocinios de estas marcas en los acontecimientos deportivos, etc.
Hay barrios que se encuentran más afectados por la mala alimentación. Éstos coinciden con los que tienen las rentas más bajas y además también son los que tienen un acceso más difícil a la alimentación sana, ya que las tiendas ecológicas se concentran en los barrios más ricos de la ciudad, por eso reivindicamos que se creen tiendas de alimentación públicas.
En Barcelona se está impulsando un supermercado cooperativo, consideramos que es una buena idea pero nos gustaría que este supermercado tuviera una ayuda pública y estuviera situado en barrios con problemas de alimentación ya que allí su impacto sería mucho mayor.
¿Es viable alimentarnos sólo con una agricultura ecológica y de proximidad?
Se tiene que hacer viable. No se puede cambiar el modelo alimentario de un día para otro pero si se empiezan a plantear políticas claras a favor de la alimentación sana se puede conseguir.
A menudo desde Justicia Alimentaria habláis de soberanía alimentaria. ¿Qué es?
La soberanía alimentaria plantea en manos de quién tiene que estar la alimentación, y responde a tres preguntas: 1) ¿Qué queremos comer? Alimentos saludables, ecológicos y locales 2) ¿Quién queremos que haga esta agricultura? Campesinos, la agricultura familiar con modelos de producción sostenible. En Cataluña tenemos un problema grave de despoblación, provocada en parte por la industrialización del campesinado 3) ¿Para quién? Para la gente, tiene que ser accesible para todo el mundo.
¿Tienes alguna pasión escondida?
Me gusta pasar el tiempo con mis hijos, la novela negra y la cocina.
Obesidad, etiquetado, publicidad engañosa, acceso a una alimentación saludable... son algunos de los temas que hemos abordado desde La Fàbrica del Sol con Javier Guzmán, director de Justicia Alimentaria.
