El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Este año se cumplen tres décadas de este logro en la lucha contra la LGTBIfobia.
Desde hace unos años, cada 17 de mayo, se conmemora esta festividad internacional en un distrito de Barcelona y se trabaja la programación del acto junto con las entidades de su territorio y el Consejo Municipal LGTBI. El fin de la jornada es sensibilizar sobre la LGTBIfobia y promover el interés de las autoridades y la ciudadanía para garantizar los derechos LGTBI. Además, desde el distrito, se acerca el 17 de mayo y su sentido a los diferentes barrios que lo componen.
La situación de emergencia sanitaria por la COVID-19 impide llevar a cabo esta conmemoración como otros años, pero aun así se quiere continuar haciéndolo y recordar que las razones por las que se celebra este día siguen vigentes.
Así, se ha colgado la bandera LGTBI en la sede del Distrito de L’Eixample, donde tocaba hacer los actos conmemorativos de este año. Y el grupo de trabajo de días internacionales LGTBI del Consejo Municipal LGTBI de Barcelona ha decidido expresar su posicionamiento haciendo llegar un comunicado, leído por el vicepresidente del Consejo Municipal LGTBI, Rodrigo Araneda, desde La Rambla, espacio de la ciudad donde tuvo lugar la primera manifestación en España por los derechos LGTBI.
Este 17 de mayo se quiere recordar la celebración de los 30 años de esta celebración y, sobre todo, se quiere poner de manifiesto que el contexto de la pandemia ha hecho visibles y agravado las situaciones de vulnerabilidad que los colectivos LGTBI ya sufrían y que hay que entenderlas y abordarlas de manera urgente y desde una mirada interseccional. Además, hay que reivindicar que, ahora más que nunca, no se puede dar un paso atrás en la lucha de los derechos de las personas LGTBI y en contra de la LGTBIfobia. Como expone Rodrigo Araneda, debe tenerse especialmente en cuenta a los colectivos de personas LGTBI que más están sufriendo en esta pandemia: personas migradas, refugiadas o solicitantes de asilo, personas trans con problemas de inserción laboral y falta de apoyo familiar, personas LGTBI que ejercen el trabajo sexual, personas jóvenes que viven situaciones de LGTBIfobia en el ámbito familiar o en ciertos centros de acogida, personas mayores LGTBI, personas LGBTI en situación de calle.
El Centro LGTBI de Barcelona y las entidades del movimiento activista LGTBI de la ciudad han organizado una serie de actividades que se pueden consultar en este enlace.
