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De Granados a Malats, el deliri de Goyescas

Aquesta carta manuscrita, adreçada el 1910 per Enric Granados al pianista, amic i còmplice Joaquim Malats, mostra la profunda relació artística i personal entre ells, com també amb el difunt Isaac Albéniz. La mort d’aquest va afectar profundament Granados, que es va bolcar en la finalització d’Azulejos com a homenatge al seu llegat. La segona part de la carta és un compendi de l’atmosfera goyesca en què Granados es va submergir durant aquells anys, en estreta col·laboració amb Malats. La carta forma part del Fons Joaquim Malats del Museu de la Música, amb número de registre 10.034, i se’n pot consultar la descripció i la digitalització al catàleg de l’Arxiu Històric: http://arxiu.museumusica.bcn.cat

La transcrivim íntegrament:

"Barcelona, 11 Dbre 1910
Querido Joaquin: recibo tu carta con grande alegria: ya había escrito a Edition Mutuelle para que me mandaran otras pruebas. Verdaderamente Azulejos son deliciosas. Rosina me ha regalado el original de Isaac y que guardo como oro en paño. Lo hecho mío, poco me importa tenerlo. ¡Quieres que lo tengamos entre los dos? Ya te mandaré el original de lo que yo he escrito. Procuraré que seas el primero en tener un ejemplar de esa obra (al menos en España). De mis Goyescas no te puedo decir más si no que tendrás el primer ejemplar. Mas aún: tendrás pruebas antes y duplicados para que te quedes con unas. No he dado mi obra a ningún editor: “Goyescas” es el pago de mis esfuerzos por llegar: dicen que ya he llegado, por lo tanto, no quiero que esa gitanería de editores se apodere de ellas: los publico yo: yo solo. Van todas ellas dedicadas a hombres ilustres: quedan todavía cuatro que tengo en apuntes. Una de ellas irá dedicada a ti. En “Goyescas” he concentrado toda mi personalidad: me enamoré de la psicología de Goya y de su paleta; por lo tanto, de su Maja señora, de su majo aristocrático: de él y de la Duquesa de Alba: de sus pendencias, de sus amores, de sus requiebros. Aquel blanco rosa de las mejillas, contrastando con las blondas y terciopelo negro con alomares.... aquellos cuerpos de cinturones cimbreantes, manos de nácar y carmín, posadas sobre azabaches, me han trastornado Joaquín. En fin, tu verás si mi música, suena a color de aquel. Y basta: con recuerdos, te mando un fuerte abrazo, tu amigo, Enrique."