Las obras de rehabilitación de la masía de Can Valent han puesto al descubierto una serie de hallazgos arqueológicos vinculados al espacio. A grandes rasgos, se han encontrado restos de un pozo, de un horno de leña y de dos cubos de vino. Además, han aparecido pavimentos en diferentes estratos y de siglos diferentes, que van del XVII al XIX. También han apàrecido dos monedas, una de 1823 y la otra pendiente de datación. Finalmente, entre lo más destacado conviene señalar la aparición de restos subterráneos que parecen estar relacionados entre si. Los primeros indicios apuntan que se trataría de una especie de red subterránea que haría las funciones de enfriador, es decir, para guardar los alimentos en fresco a temperatura constante, construida durante el siglo XVIII y abandonada el siglo XIX.
Tareas de evaluación de los restos
A día de hoy, este conjunto de restos está siendo evaluado para determinar su importancia y, en consecuencia, decidir si se conservan y de qué manera debería hacerse. En cualquier caso, hay una serie de elementos, ya evaluados, sobre los que se ha decidido actuar porque era imprescindible para poder continuar la obra de rehabilitación. Se trata de elementos poco relevantes y de escaso valor, atendiendo al estudio llevado a cabo.
Los hallazgos más significativos son los de las pavimentaciones y los restos subterráneos. La obra de rehabilitación se podrá terminar sin que estos elementos se vean afectados. Así, en un futuro, se podrán estudiar con detalle y decidir qué se acaba haciendo con ellos.
El final de las obras, en diciembre
La aparición de los restos arqueológicos ha afectado al ritmo de las obras, de tal forma que, ahora, la finalización está prevista para finales de año en lugar de la fecha inicialmente prevista, que era noviembre.
La rehabilitación de la masía de Can Valent comenzó el pasado mes de abril. La actuación es una propuesta de la ciudadanía, aprobada en el marco de los presupuestos participativos.