CRISTIANISMO | La Maslenitsa

¿QUÉ ES LA MASLENITSA?

La Maslenitsa, también conocida como fiesta de la primavera, es una festividad celebrada por las comunidades cristianas ortodoxas de origen eslavo la semana antes del inicio de la Gran Cuaresma ortodoxa. La fecha de celebración cambia cada año, ya que se fija en función de la fecha de Pascua. Además, como otras celebraciones ortodoxas, se establece según el calendario juliano y, por lo tanto, no siempre coincide con la Cuaresma católica (calendario gregoriano).

Durante la Maslenitsa es tradicional cocinar y compartir crepes, mantequilla, queso y otros tipos de productos lácteos, ya que es la última semana en que se pueden comer estos alimentos antes del ayuno de la Gran Cuaresma. Uno de los alimentos más consumidos y símbolo de la Maslenitsa son los blinis, unas crepes hechas de huevo, leche y mantequilla que, con su forma redonda, simbolizarían el sol primaveral. Se comen acompañados de otros alimentos dulces o salados.

Cada día de la semana de la Maslenitsa (de lunes a domingo) tiene un nombre, un significado y una actividad tradicional propia. El más importante es el Domingo de Perdón, donde se pide perdón a familiares y amistades por las faltas cometidas y se entregan pequeños regalos. La fiesta acaba con la quema de una muñeca de paja, que simboliza la despedida del invierno y la bienvenida a la primavera. El esparcimiento de sus cenizas es un símbolo de fertilidad.

 

LA MASLENITSA EN BARCELONA

En Barcelona, la comunidad ortodoxa rusa lleva años celebrando la Maslenitsa con actividades que combinan religión y tradición. A lo largo de la mañana se celebran bailes tradicionales y una puesta en escena sobre la Maslenitsa y se reparte comida entre las personas asistentes.

 

LA IGLESIA ORTODOXA RUSA

La parroquia de la Anunciació de la Mare de Déu congrega a la comunidad rusa ortodoxa de la ciudad. Su centro de culto está situado en la antigua capilla católica de Sant Jordi, en el barrio de Vallcarca (distrito de Gracia), que se ha reformado bellamente con los elementos propios de un templo ruso ortodoxo. La comunidad es muy dinámica y activa, y reúne a un centenar de personas. Sus fieles participan en los ritos religiosos ortodoxos tradicionales y también organizan varias actividades sociales y culturales.