Crónica de las jornadas “La libertad religiosa en el marco de la interculturalidad” (2023)
Del martes 28 de febrero al jueves 2 de marzo de 2023 tuvieron lugar, en distintos espacios de la ciudad, las jornadas “La libertad religiosa en el marco de la interculturalidad”, organizadas por la OAR con la colaboración del Museo Etnológico y de Culturas del Mundo (MUEC). Estas jornadas invitaron a las comunidades y entidades religiosas, así como a personas del ámbito académico y de la Administración pública, a hacer balance de las acciones llevadas a cabo en los últimos años para el cumplimiento de este derecho en el marco de la Barcelona intercultural. Las jornadas constaron de una conferencia inaugural, mesas de trabajo, visitas guiadas y diversas actividades.
El pluralismo religioso se ha integrado como parte de las políticas de interculturalidad gracias al nuevo Plan Barcelona Interculturalidad (2021-2030), que, más allá del compromiso de avanzar hacia una igualdad real y efectiva de derechos, implica también el reconocimiento y el respeto de la diversidad cultural y la pluralidad religiosa como un aspecto estructural de la sociedad que hay que tener presente y valorar, y también el objetivo de facilitar la interacción positiva, la generación de vínculos, la participación y el diálogo intercultural en condiciones de igualdad. Las jornadas estuvieron destinadas a poner el foco en este nuevo marco de la interculturalidad en la aplicación efectiva del derecho a la libertad religiosa en la ciudad de Barcelona.
El Museo Etnológico y de Culturas del Mundo (MUEC) y la OAR unieron esfuerzos para organizar estas jornadas, en las que también colaboraron Cementerios de Barcelona, la Catedral de Barcelona y la parroquia ortodoxa rumana de Sant Jordi.
Las jornadas, conducidas por Mohamed El Amrani, se iniciaron con unas palabras de Carlos Vicente, director del MUEC, espacio que era la sede del primer día de las jornadas, y de Khalid Ghali, comisionado de Diálogo Intercultural y Pluralismo Religioso. La jornada prosiguió con la conferencia del decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto, Eudardo Ruiz Vieytez, “La gestión pública de la diversidad religiosa: desafíos y propuestas”. Esta conferencia permitió establecer el marco de la necesidad de gestionar el pluralismo religioso desde el respeto de los derechos humanos. En su exposición, que puede verse AQUÍ, concluyó que “la gestión de las diferencias religiosas en nuestras sociedades democráticas es aún insuficiente, ya que hay una garantía asimétrica de la libertad religiosa, no solo en el marco jurídico, sino sobre todo porque la mayoría de la sociedad lo plantea así y lo entiende como un hecho natural”. En esta situación, ¿cuáles son las carencias? Según Eduardo Ruiz, “falta conocimiento de la diversidad religiosa y reconocimiento, es decir, poner al otro de igual a igual”. Para hacer todo eso sería necesario “normalizar el hecho religioso y su gestión como un hecho socialmente relevante, como un hecho social más. Gestionando la diversidad religiosa como una política de ciudadanía y de derechos humanos, con la necesidad de intervención desde todos los ámbitos institucionales y evidentemente municipales y autonómicos”. Y cerraba su intervención afirmando que “la diversidad de base religiosa es una oportunidad de primer orden, que actualmente no estamos aprovechando ni sabemos cómo hacerlo. Lejos de ser una dificultad, un reto o un obstáculo, hay que hablar de oportunidad, ya que la sociedad será mejor si es más diversa y más inclusiva, y consecuentemente será más competitiva y más eficaz. Es necesario que los poderes públicos comuniquen estos mensajes, no solo porque es correcto, porque tenemos que cumplir con los derechos humanos, sino también porque toda la sociedad se beneficiará de ello”.
A continuación, se iniciaron las mesas de trabajo. La primera, “TREINTA AÑOS DE LOS ACUERDOS DE 1992. DEMANDAS COMPARTIDAS”, moderada por Lola López, antropóloga cultural y experta en perspectiva intercultural. Intervinieron: Guillem Correa, secretario del Consejo Evangélico de Cataluña (CEC); Jorge Burdman, responsable del Departamento de Diálogo Interreligioso de la Comunidad Israelita de Barcelona (CIB); Glòria Puig, presidenta de la Coordinadora Catalana de Entidades Budistas (CCEB); Albert Fages, coordinador de la Oficina para la No Discriminación (OND), y Ariadna Solé Arraràs, coordinadora en funciones de la Oficina de Asuntos Religiosos.
Esta primera mesa mostró e hizo evidente la desigualdad que denota el marco jurídico español en las diferentes tradiciones religiosas. Afirmaba Lola López que “los acuerdos de 1992 supusieron un hito muy importante en el reconocimiento jurídico, o incluso público, del pluralismo religioso en nuestro país. Los acuerdos se firmaron con las federaciones representantes de las comunidades evangélica, musulmana y judía. Recogen tanto derechos individuales como colectivos”. Pero hay que tener en cuenta que, “a pesar de eso, estos acuerdos tienen solo rango de ley ordinaria, nunca se creó un reglamento para desarrollarlos ni se les asignó algo tan importante como una partida presupuestaria, y buena parte de sus acuerdos no se han llevado a cabo”. Y seguía diciendo que en estos acuerdos “hay una serie de tradiciones religiosas que no se encuentran recogidas, como, por ejemplo, el budismo”. Se trata, pues, de un marco legal que marca una desigualdad de base y que en algunos aspectos quizás no se ajusta del todo a las demandas actuales de las comunidades religiosas y a la realidad de una ciudad como Barcelona, mucho más diversa. Algo que ponía de manifiesto Ariadna Solé, al argumentar que “desde la OAR se intenta trabajar desde el marco de neutralidad hacia las tradiciones religiosas, que todo el mundo pueda ejercer su derecho a la libertad religiosa en condición de igualdad; pero es cierto que hay un marco legal que ya de por sí establece una desigualdad. Desde la OAR, aunque no se puede intervenir en este marco legal estatal, se acompaña para que estos derechos se hagan efectivos”.
A continuación, tuvo lugar la mesa de trabajo “FESTIVIDADES, VISIBILIDAD Y RECONOCIMIENTO SIMBÓLICO”, moderada por Avi Astor, profesor agregado del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y miembro del grupo de investigación Investigaciones en Sociología de la Religión (ISOR). Intervinieron: Irene Muzás, rabina de la Comunidad Judía Atid de Cataluña; Manuel Zamora Negrillo, director del Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Barcelona; Dvarka Dasa, copresidente de la asociación Iskcon Barcelona, y Daniel Granados, delegado de Derechos Culturales del Ayuntamiento de Barcelona.
Avi Astor empezó declarando que “Barcelona es singular en el contexto español y catalán, ya que por una parte es una de las ciudades más secularizadas de todo el país, pero a la vez las expresiones religiosas en la calle son más visibles en la ciudad que en cualquier otro lugar de España. El espacio público es un espacio complejo, con diferentes dimensiones, simbólicas, físicas y sociales, y todas influyen en la expresión de la religión en el espacio”. Cabe señalar “la importancia de visibilizar las comunidades en el espacio público como forma de reconocimiento y normalización”. Algunas comunidades expresaron su sensación de inseguridad para celebrar actos en la calle, aunque el resultado siempre ha sido positivo, como expresó Irene Muzás. También manifestó la necesidad de actualizar el nomenclátor de la ciudad con referentes del judaísmo, por ejemplo, en los nombres de las calles. Manuel Zamora comentó que “las cofradías sin el espacio público no tienen sentido de existir”. Y añadió que “en una sociedad democrática madura se debe tener la inteligencia de convertir esta manifestación que se hace en la vía pública como parte del calendario festivo de la sociedad. Salir a la calle tiene tres aspectos muy importantes: visibilizar, normalizar y legitimar”.
La tercera mesa de trabajo tuvo lugar por la tarde, giró en torno del “EJERCICIO DEL DERECHO A LA LIBERTAD RELIGIOSA EN EL ÁMBITO LABORAL” y fue moderada por Isabel Cano Ruiz, doctora en Derecho y profesora de Derecho Eclesiástico del Estado en la Universidad de Alcalá (UAH). Intervinieron: Majda Moustaid, miembro de la Asociación de Estudiantes Musulmanes de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB); Francisco José Camacho Heredia, pastor y coordinador del Consejo Adventista de Cataluña; Dharam Paul Singh Ackoo, portavoz de la Gurdwara Guru Darshan Sahib; Ramon Sanahuja, técnico del Departamento de Interculturalidad y Pluralismo Religioso, y Lourdes Sugrañes Tena, directora de Empleabilidad Inclusiva y Formación de Barcelona Activa, ambos del Ayuntamiento de Barcelona.
Isabel Cano empezó la mesa aseverando lo siguiente: “La discriminación religiosa es la más discriminada en el campo jurídico. El motivo por el que se discrimina la religión, el más importante, es la propia religión, y el derecho no es ajeno a esta discriminación. En el ámbito laboral veremos que la libertad religiosa ha sido desarrollada en una ley orgánica del año 1980 y establece una lista abierta de manifestaciones de esta libertad en la que se establece la posibilidad de que la persona actúe conforme a su convicción, en el ámbito público y privado, a través, por ejemplo, de simbología religiosa, conmemorando días festivos o celebrando ritos funerarios, a través de la enseñanza y la educación, etc. Es decir, el derecho a la libertad religiosa no solo en España, sino también en ámbitos internacionales, tiene una serie de manifestaciones externas que el derecho debe regular”. En el ámbito laboral, “se produce un choque entre el artículo 16, el derecho a la libertad religiosa, y el artículo 38, el derecho a la libertad de empresa. Hasta el año 2015, en este choque siempre había ganado la empresa, en España, pero afortunadamente esta sobreprotección de la libertad de empresa poco a poco se va debilitando gracias al lenguaje, la sutileza y la fuerza argumental del derecho antidiscriminatorio”. En la mesa se plantearon las dificultades de compaginar los días de observancia con el cumplimiento del trabajo, el uso de vestimenta que choca con algunas normativas laborales y cívicas, la necesidad de disponer de espacios de plegaria en espacios de trabajo o universitarios, etc. Lurdes Sugrañes, de Barcelona Activa, puso de manifiesto que “el gran reto son las empresas, que, a pesar de tener claras las normativas, es en el ‘cuándo’ se aplican estas normativas en que aparecen las dudas”. Ramon Sanahuja explicó que el Ayuntamiento de Barcelona “es una administración poco diversa desde el punto de vista del origen. Eso contrasta con la realidad de la ciudad de Barcelona. Y, además, es una administración laica que tiene que respetar la libertad religiosa de su personal trabajador. La política municipal intercultural tiene una mirada empática con el hecho religioso”. Desde el Ayuntamiento se llevan a cabo diferentes acciones como las adaptaciones de vestimenta, de cuerpos uniformados, en caso de que sea necesario; la formación al Departamento de Recursos Humanos sobre pluralidad religiosa; la creación de la Oficina de Promoción a la Diversidad, que trabaja con las pruebas de acceso a la Administración a partir de las que pueda haber una base más diversa que pueda acceder a la Administración, etc.”.
La última mesa de trabajo fue “COMUNIDADES DIGITALES, RELIGIONES EN LÍNEA” y estuvo moderada por Míriam Díez Bosch, directora de la cátedra de Libertad Religiosa y de Conciencia (Blanquerna, URL). Intervinieron: Elisabeth Lheure, de la Asamblea Espiritual Local de la Comunidad Baha’í de Barcelona; Carla Restoy, del movimiento católico Hakuna; Núria Farre Fillat, técnica del Área de Formación y Subvenciones del Espacio Torre Jussana, y Anna Inglés, responsable de la Oficina Técnica del Canódromo-Ateneo de Innovación Digital y Democrática, y socia de la Cooperativa Colectic.
Míriam Díez empezó afirmando que “el efecto de internet ha modificado la vida de las comunidades religiosas. Antes había unos horarios e internet hace que las comunidades estén las 24 horas, y reclamen atención y respuesta las 24 horas. Y si una comunidad religiosa no responde, las personas irán a buscar su deseo de saber o rogar a otra. Eso se convierte en un gran cambio de paradigma de las religiones tradicionales a las religiones en línea. No es una traslación de la comunidad al mundo digital, es otro tipo de interacción. Después de la pandemia de la COVID-19, hay fieles que no han vuelto físicamente a su comunidad”. El mundo virtual aparece como un espacio para hacer comunidad, alternativo a la presencialidad. “Conseguir la unidad mundial y el pueblo global es muy importante en la fe bahá’í y, para ellos, los mundos virtual, científico y tecnológico resultan necesarios, y permite acercar a las personas”, explicó Elisabeth Lheure. En la mesa se constató que el mundo virtual permite la comunicación interna de la comunidad y una comunicación externa para la interconexión con la comunidad internacional. E igualmente también permite dar visibilidad a las actividades que se organizan desde las comunidades. Se puso de manifiesto en los participantes que la brecha digital ha sido un reto, especialmente durante la pandemia, ya que había personas que se quedaban al margen de la comunidad. Además de la brecha digital, que poco a poco se fue solucionando, lo que queda claro es que además hay que adaptar la tecnología con coherencia y siendo fidedigno al mensaje y los valores de la comunidad, a pesar de la velocidad de adaptación y de cambio en el campo virtual. La moderadora comentó que “las herramientas digitales también son una posibilidad y una oportunidad para ejercer el derecho a la libertad religiosa”. La Oficina Técnica del Canódromo y el Espacio Torre Jussana pusieron de manifiesto su servicio y acompañamiento hacia las asociaciones y su día a día, por parte del Espacio Torre Jussana, y el acercamiento hacia la ciudadanía y las entidades de todo el mundo más virtual, por parte de la Oficina Técnica del Canódromo.
Finalmente, Núria Serra, jefa del Departamento de Interculturalidad y Pluralismo Religioso, cerró las jornadas, pero previamente presentó las relatorías (catalán): La jornada “Libertad religiosa en Barcelona: estado de la cuestión”, que tuvo lugar en febrero del 2020 con la voluntad de recoger las buenas prácticas y las carencias que existen en la ciudad con respecto al ejercicio de la libertad religiosa y de culto y valorar el estado de la cuestión para trabajar durante el mandato político vigente del Ayuntamiento de Barcelona. Las jornadas “Pluralismo religioso dentro de un mundo secular”, que tuvieron lugar en noviembre del 2021 y llevaron a la reflexión sobre un aspecto clave como es el secularismo en las políticas públicas, analizando modelos de estados seculares y aspectos más concretos donde se ve reflejado el secularismo, como la escuela, la gestión de la muerte o la cooperación internacional.
El día 28 se acabó con una VISITA GUIADA a la exposición del MUEC por parte de los y las asistentes y participantes a las jornadas “Viajes sagrados. La humanidad y las religiones”, que puso de manifiesto que, más allá de las grandes religiones del mundo, como el cristianismo, el hinduismo y el budismo, también hay que tener presentes otras, como la de los yorubas en África, la de los aborígenes australianos en Oceanía y la de los mayas de la América precolombina. Trípticos, cruces, libros, tableros de adivinación, pinturas sobre corteza, máscaras, ofrendas funerarias, juegos que son parte del hecho religioso, etc. permitieron reflexionar sobre la diversidad religiosa en el mundo actual y el derecho a la libertad de pensamiento, de creencias y de culto.
El día 1 de marzo tuvo lugar la VISITA GUIADA a la exposición “Memoria judía a la Catedral de Barcelona”, a cargo de mosén Robert Baró, director del Secretariado Diocesano de Patrimonio Cultural. Desde la Edad Media, el Archivo de la Catedral de Barcelona ha conservado miles de pergaminos y libros que explican la historia de la ciudad. Una parte significativa de dicha historia está relacionada con la comunidad judía de Barcelona, que, desde al menos el siglo IX, ha convivido y compartido la vida diaria con la comunidad cristiana. Las personas asistentes a la visita pudieron observar todo tipo de documentos legales (compras, alquileres, testamentos, etc.) que ayudan a reconstruir la vida de las personas que vivieron en El Call. La documentación original relativa a la comunidad judía (escrita en latín, hebreo y catalán) ha permitido descubrir qué tipo de información contienen estos testimonios escritos. Además, la visita al Archivo Antiguo, construido en 1535, es como entrar de manera directa al pasado. Su mobiliario original permitió entender la cantidad de documentación que se conservaba en este lugar y cómo estaba ordenada. La visita permitió valorar y poner de manifiesto la fuerte y estrecha vinculación de la comunidad cristiana y la comunidad judía en la ciudad de Barcelona, que se ha trasladado a esta exposición creada por la Catedral de Barcelona y Mozaika.
El mismo día por la tarde tuvo lugar la PRESENTACIÓN del futuro espacio interconviccional de Montjuïc, a cargo de Miquel Trepat, director general de Cementerios de Barcelona. El proyecto, que se iniciará en breve, ofrecerá un espacio a la ciudadanía al margen de su religión o confesión para poder despedirse de la persona difunta. Así, este proyecto de espacio interconviccional permitirá que las diferentes comunidades religiosas puedan desarrollar sus tradiciones funerarias y pueda garantizarse que las prácticas de purificación del cuerpo las realice la propia comunidad. El propio director de Cementerios, así como el arquitecto del proyecto y Juan Manuel Aparicio, también de Cementerios de Barcelona, explicaron en detalle el estado del proyecto, las fases y los obstáculos con los que se han encontrado, pero que no han hecho desfallecer la voluntad de poder ofrecer a la ciudadanía un espacio de despedida donde todas las religiones, espiritualidades y opciones de conciencia serán bienvenidas.
Finalmente, el 2 de marzo tuvo lugar, a primera hora de la tarde, la PRESENTACIÓN de las actividades educativas y pedagógicas impulsadas por la Oficina de Asuntos Religiosos (OAR), a cargo de Lorena Spinola, técnica referente de Educación de la OAR. En la presentación se constató que la diversidad cultural y religiosa es, entre otros, un elemento enriquecedor que convive en todos los ámbitos de nuestra sociedad, incluida la comunidad educativa, y se convierte en un reflejo de la diversidad de la ciudad. Conocer y entender esa pluralidad cultural y religiosa es una herramienta clave que permite educar y hacer crecer en valores y, así, velar por la buena convivencia y el respeto. En esta iniciativa, la OAR presentó diferentes herramientas y recursos para explicar las diferentes religiones desde un punto de vista cultural, haciendo llegar este conocimiento al alumnado: visitas a centros de culto “Lugares de culto, espacios para descubrir”; la dinámica pedagógica “Maleta viajera: conoce las religiones”; el APS (proyecto de aprendizaje y servicio comunitario) “Descubre la diversidad de creencias en tu entorno” y el curso “Cultura religiosa: cómo trabajarla con el alumnado”, a través de un proyecto dirigido a personas docentes del Consorcio de Educación de Barcelona.
Y ya para cerrar las jornadas, el mismo día hacia la noche, tuvo lugar la VISITA GUIADA a la parroquia de Sant Jordi, el primer centro de culto monumental de la iglesia ortodoxa rumana, a cargo del padre Aurel Bunda, rector de la parroquia. El padre Aurel atendió a las personas asistentes explicando, en primer lugar, qué es el cristianismo ortodoxo y cómo se vincula su comunidad de origen rumano a esta creencia. Igualmente habló de las diferencias litúrgicas y rituales con el cristianismo católico. Finalmente, se visitó la iglesia que se encuentra en la fase final de las obras (el edificio adyacente y la cripta ya están en funcionamiento desde hace tiempo). Esta parroquia cristiana ortodoxa ha sido levantada en un edificio de nueva planta en un pequeño terreno pero bien situado, y dispone de espacios diferenciados. Uno de los aspectos más destacados, y que se pudo admirar, es la pintura de las paredes; y la técnica empleada para llevarla a cabo fue el fresco propio del románico, como el que hay en el valle de Boí (la misma técnica utilizada en la Edad Media).