Barcelona es el escenario este año del VII Foro Global del Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milà, el primer tratado internacional de ciudades en materia de alimentación, que pone de relieve el papel estratégico de las ciudades en el desarrollo de sistemas alimentarios sostenibles. La ciudad se convierte así en Capital Mundial de la Alimentación Sostenible 2021, año en que se desarrollarán más de noventa proyectos y políticas de fomento de la alimentación sostenible y una programación que se extenderá desde principios de año hasta diciembre.
Un sistema alimentario sostenible crea prosperidad, promueve la justicia social, preserva y regenera los recursos naturales y los ecosistemas, y salvaguardia la capacidad de las generaciones futuras de alimentarse de manera sostenible.
La alimentación sostenible es:
>> Buena para las personas. Asegura a todo el mundo los recursos necesarios para producir, consumir y disfrutar alimentos seguros, sostenibles, saludables y gustosos, que nos permiten tener una vida llena. Tiene presente que también se incluyen las personas que necesitan más recursos o acompañamiento.
>> Buena para los territorios. Promueve economías locales diversificadas y prósperas, que garantizan el bienestar de las personas trabajadoras y distribuyen beneficios de manera equitativa. Pose en valor las dietas y los conocimientos gastronómicos tradicionales. Celebra la diversidad de culturas que conviven en nuestro territorio, genera relaciones positivas entre el medio urbano y el rural, y entre el Sur y lo Norte globales.
>> Buena para el planeta. Produce, transforma, vende, compra y elimina los alimentos preservando y regenerando los recursos naturales y los ecosistemas. Contribuye a frenar la crisis climática, asegura el bienestar de los animales y fomenta la biodiversidad.
Para llevar la alimentación sostenible a la práctica hay que trabajar de manera integral o sistémica y con la participación de la ciudadanía, de toda la cadena productiva y de las instituciones (educativas, sanitarias, culturales, ambientales, sociales, políticas y municipales). Se trata de hacer cambios en el ámbito individual, comunitario, local, regional, nacional e internacional. Las nueve dimensiones de la alimentación sostenible que hay que abordar en el marco de la Capitalidad son:
1. Garantizar el derecho a la alimentación sostenible
2. Facilitar los productos de proximidad, de temporada y ecológicos
3. Adoptar dietas saludables: con frescos, sin ultraprocessats
4. Comer menos y mejor carne y derivados
5. Reducir el derroche alimentario y los envases
6. Fomentar relaciones justas a la cadena alimentaria
7. Cultivar diversidad en el campo, a la mesa y en los barrios
8. Crear entornos alimentarios sostenibles y empoderadors
9. Transformar el sistema alimentario con todas y para
Durando todo el año 2021, además de ser la sede de la cumbre global de ciudades del Pacto de Milà, Barcelona:
>> Acogerá y apoyará a una serie de acontecimientos e iniciativas, tanto en la ciudad como el entorno metropolitano, en los cuales la alimentación sostenible, justa y sana sea lo principal elemento vertebrador.
>> Desplegará políticas y proyectos alimentarios para situar la metrópoli de Barcelona como referencia en este ámbito.
>> Construirá una estrategia de políticas alimentarias con horizonte 2030