Con un presupuesto de 24,4 millones de euros hasta el final de mandato, se trata de una medida que se vincula con la mayoría de los principios del plan, pero desde la perspectiva del territorio y la proximidad. Subirats ha manifestado que “asienta las bases estratégicas y materiales para el reconocimiento de los derechos culturales desde la perspectiva más ciudadana, a partir del impulso relevante de la participación cultural y el despliegue de programas que faciliten el acceso a la cultura sin discriminaciones de origen, género o clase”. La medida de gobierno agrupa diferentes líneas de actuación y programas impulsados por el Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) y otras dependencias municipales, así como de un gran número de colectivos y entidades. Todas comparten los objetivos de potenciar la cultura en los barrios y la vinculación con la acción comunitaria.
Las acciones en el ámbito de cultura en los barrios, de cultura comunitaria y de refuerzo de los equipamientos de proximidad están impulsadas por el ICUB a través de la Dirección de Ciudad Educadora y Cultura en los Barrios y la Dirección de Programas Culturales, y a través del programa Cultura Viva. Están en constante relación y son agentes implicados en esta línea de trabajo los distritos, el Plan de barrios de Barcelona, la Red de Centros Cívicos y la Dirección de Acción Comunitaria. Las líneas de acción de esta primera medida se concretan en planes y programas que ya están en marcha o en vías de ejecución.
El plan Fem Cultura tiene nueve medidas de gobierno y cien acciones específicas, y representa una estrategia para situar los derechos culturales como derecho fundamental de primer orden para reforzar la vida democrática de la ciudad e incorporar al tejido cultural y al conjunto de las áreas municipales en el diseño y la implementación de las políticas culturales locales.