La educación, como derecho fundamental, no deja de ser un derecho en que se reflejan las desigualdades de clase y de origen. Las sociedades y las capas poblacionales más empobrecidas (tanto con respecto a la renta per cápita como con respecto a los presupuestos institucionales) serán las más afectadas por la falta de oportunidades de acceso y consolidación educativa. En muchos casos, esta espiral de precariedad acaba determinando los flujos migratorios. Por lo tanto, la educación es un derecho, pero también un indicador.
Y como indicador nos permite analizar y trabajar sobre el origen de las desigualdades que sufren las sociedades en el actual sistema económico. Por este motivo, el Otoño solidario de este año quiere profundizar en el análisis de los hechos que determinan que una persona o un grupo de personas accedan a la educación o no. A lo largo de la programación de los próximos meses, podremos seguir décimas de actividades que nos darán las claves sobre esta problemática global y nos ayudarán a mejorar la comprensión.
Como ejemplo de estas actividades, encontraremos las propuestas para sensibilizar contra el tráfico de personas que tendrán lugar en el Centro Cívico la Sagrera, la reflexión entorna al arte y la educación en el Espacio Jove Garcilaso, el taller para dar herramientas para “salvar el planeta” o la exposición sobre la revolución pedagógica de Herrero y Guardia, que acoge el Centro Cívico Can Clariana Cultural.
Os invitamos a que participáis de las diferentes propuestas, aprendiendo de toda la oferta de los equipamientos de proximidad y haciendo de la reflexión colectiva una herramienta por alcanzar mejoras globales. Podéis consultar la programación entera en el archivo adjunto.