Los objetivos por el alumbrado de la ciudad son los siguientes:
- Una mejor sensación lumínica, no más luz, sino mejor repartida al aplicar las últimas tecnologías lumínicas, hoy por hoy, tecnología LED: luz blanca.
- Una regularidad de los niveles de iluminación importantes con el fin de evitar la sensación de manchas de luz.
- Sistemas de control y regulación, que permitan garantizar la máxima eficiencia energética y optimización operacional.
Con el fin de planificar la iluminación se hacen análisis específicos de la acera fachada el vial. Por este motivo se incrementan los niveles lumínicos en acera y mantenemos los niveles de vial (en torno a los 20 lux en vial y 15 lux en acera) y se reduce la altura del punto de luz dirigido a acera por debajo de los 5 m. También se asegura que el punto de acera siempre esté por debajo de la copa de los árboles o que tenga un brazo que sobresalga de la copa. Finalmente, se aplican temperaturas de color diferentes, unos 4.000ºK en vial y unos 3.000ºK en acera, que favorezcan la calidez, por donde pasa el peatón y que facilitan la definición el espacio de los vehículos y el espacio de las personas de forma visual.